El plan de subvenciones ecológicas de la UE para las "tecnologías limpias" presentado como respuesta a la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) de EE.UU. debe ir más allá de las subvenciones para hacer frente a la crisis climática y descarbonizar el sector, afirma la OEMA.
OEMA es la mayor red de ONG ecologistas de Europa
Presentado como respuesta de la UE al paquete de subsidios verdes por valor de 369.000 millones de dólares estadounidenses, el plan de la UE para la industria ecológica parece ser una propuesta de régimen de ayudas para la industria europea, en lugar de un plan integral para descontaminar y descarbonizar el sector, aunque su nombre pueda sugerir lo contrario.
Aunque la propuesta sienta las bases para dar un impulso muy necesario a la industria verde en Europa, suscita preocupación entre los grupos ecologistas por la definición poco clara de tecnología "cero neto", la tentación desreguladora y el carácter injusto de las subvenciones.
Las subvenciones por sí solas no bastan
"Las subvenciones ecológicas son buenas, pero no suficientes para tener un efecto significativo sobre el clima. Si no se recortan las subvenciones a los combustibles fósiles, se fija un precio adecuado al carbono y se introducen medidas para reducir la demanda, estos esfuerzos financieros serán inútiles. La UE no logrará esta transición a tiempo invirtiendo dinero en tecnologías limpias. También tiene que encarecer la producción sucia y eliminar gradualmente la tecnología perjudicial", declaró Luke Haywood, responsable de Política Climática de la EEB.
Resistirse a la desregulación
"La regulación proporciona a la UE una ventaja competitiva mucho mayor que las subvenciones. La propuesta de la UE sobre la industria del "trato verde" pasa por alto el papel clave que desempeña el marco regulador a la hora de orientar las decisiones de inversión de las empresas. Facilitar la adopción de tecnologías verdes no debe tomarse como excusa para una amplia desregulación. Se puede facilitar el acceso a la financiación pública al tiempo que se garantizan unas normas medioambientales rigurosas: no hay razón para oponer una cosa a la otra", afirmó Marco Musso, responsable de Política de Reforma Fiscal de la EEB.
Etiqueta engañosa de "neto cero
"El borrador incluye mucha palabrería bonita en torno a la tecnología 'neta cero', 'limpia', 'innovadora' o 'rompedora' sin aclarar lo que realmente se quiere decir. La comunicación de la Comisión Europea ni siquiera menciona la ambición de contaminación cero. ¿Cómo garantizará la UE la rentabilidad de la inversión para la sociedad y el interés público? Afirmar que la industria de la UE tiene un historial como creadora de tendencias demostrado es un mito, necesitamos una regulación medioambiental sólida y condicionalidades para construir una industria europea verdaderamente sostenible", dijo Christian Schaible, responsable de Industria de Contaminación Cero en la EEB.
Brecha de cualificaciones y de género
"Celebramos el objetivo de la UE de colmar el déficit de personal cualificado necesario para la transición ecológica. Pero la formación educativa debe centrarse en tecnologías rentables, ecológicas y socialmente compatibles como los paneles solares, las bombas de calor y la renovación de edificios, y no en soluciones tecnológicas erróneas como el almacenamiento y captura de carbono o los biocombustibles. La visión de los "empleos verdes" también debe ir más allá del sector industrial y abordar los sectores con bajas emisiones de carbono, como la asistencia y la educación, que son cruciales para mejorar la igualdad social y de género", dijo Katy Wiese, responsable de políticas de Transición Económica e Igualdad de Género de la EEB.
