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Magdalena Alvarez expresa su rechazo a la reforma de la ‘euroviñeta’ que afrontan los ministros comunitarios

La ministra de Fomento se reúne con sus colegas europeos desde ayer para tratar de lograr un acuerdo

miércoles 10 de diciembre de 2008, 01:00h

La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, expresó ayer, poco antes de iniciar la última reunión del año entre los ministros de Transporte de la UE, su rechazo a la nueva norma propuesta por la Comisión Europea que permitirá aumentar los peajes a los camiones para tener en cuenta los costes medioambientales.

"Nosotros creemos que ni está bien diseñada la propuesta ni es el momento de llevarla a cabo", señaló la ministra antes de dar comienzo al debate previsto discutir sobre esta cuestión, añadiendo que "no sería justo establecer una carga adicional al transporte terrestre exclusivamente, sin tener en cuenta los costes medioambientales del resto de los modos de transporte".

Alvarez, cuyo discurso está muy en consonancia con los intereses del Sector, pero no con anteriores posiciones adoptadas por el Gobierno español ante esta Directiva comunitaria de peajes (que está necesitando de muchísimo diálogo para alcanzar un articulado definitivo), recalcó que no entiende "por qué dentro del transporte por carretera, además, se excluye a los demás usuarios de la calzada y solamente se grava a los camioneros". "Hemos propuesto que no avance esa propuesta", insistió Álvarez.

Peajes a camiones

La denominada ‘directiva euroviñeta’ permitirá a los Estados miembros, de aprobarse en los términos que actualmente se debaten, incluir en el cálculo de los peajes no sólo los costes de construcción y mantenimiento de las carreteras, como hasta la fecha, sino también los costes medioambientales, la contaminación, el ruido y su repercusión sobre la congestión vial. Según los cálculos del Ejecutivo comunitario, ello supondrá un encarecimiento de las tarifas que podrían alcanzar los cinco céntimos por kilómetro recorrido.

La propuesta de Bruselas establece una serie de criterios armonizados para calcular los peajes, aunque no es vinculante, dado que no hace obligatoria su transposición al ordenamiento nacional de cada Estado miembro. Cada país es libre de decidir si introduce o no este tipo de tasas y sobre qué vías la aplicaría.

Uno de los puntos más controvertidos es que la norma sólo se aplicará a los camiones de más de 3,5 toneladas, y no a los vehículos privados, como si éstos no contaminasen ni generasen atascos. El Ejecutivo comunitario espera que entre en vigor en 2011.

Es posible que, ante la falta de consenso previo entre los ministros, la presidencia francesa, de turno en la UE, decida posponer su adopción definitiva, a pesar de que, en un principio, sus intenciones eran dejar el asunto cerrado antes de que finalice el semestre.