IRU, la organización mundial de transporte por carretera, ha escrito a la canciller alemana Angela Merkel sobre el caos que se está extendiendo por la red de transporte de mercancías de Europa debido a las nuevas restricciones fronterizas de su gobierno para los conductores de camiones.
La negativa de Alemania a eximir a los conductores de camiones profesionales de las pruebas obligatorias del COVID-19 rompe sus compromisos anteriores sobre las "vías verdes" de la UE y la libre circulación de mercancías, y además no ayuda a frenar el virus.
Con otros países y regiones copiando las restricciones de Alemania para evitar que miles de conductores se queden atrapados en su propio territorio, se está generando una reacción en cadena en toda Europa que paraliza las cadenas de suministro.
“Los camioneros, solos en su cabina y trabajando con estrictas medidas de higiene, representan un riesgo mínimo para la propagación del virus”, dijo el Secretario General de la IRU, Umberto de Pretto. "Hacerlos hacer cola durante horas a temperaturas bajo cero en centros de pruebas improvisados al costado de la carretera sin un control físico adecuado de la distancia, sin embargo, no solo no tiene sentido, es peligroso".