Peajes en la AP-9, constituida la empresa pública Autopistas del Atlántico el 16 de octubre de 1973, cuestiones político-financieras, un presupuesto escaso, impidieron que se concluyera totalmente de Ferrol a Tui en 1982, fecha prevista y se tuvo que esperar al 15 de diciembre de 2003.
Pero si la AP-9 no destacó por la rapidez de la obra, si ha destacado por el coste de sus peajes, los que más han subido en España en últimos años, y que amenazan con mantenerse en el tiempo indefinidamente, y de forma consecutiva año tras año, por ello, la bonificación de los peajes en la AP-9, después de varios decenios soportando los peajes más caros de España en un infraestructura básica y vertebradora de la Comunidad, es un objetivo inexcusable, que ha unido a todas las organizaciones del transporte de Galicia.
Y ello con el temor, de que una vez más el dinero que le corresponde a Galicia, termine en otras territorios y en otras obras o servicios.
Y todo ello teniendo en cuenta la situación geográfica de Galicia, periferia de la periferia, (España y Europa), y en la que más del 80% de las mercancías que se producen en Galicia o llegan o salen a través de sus cinco puertos de interés de general del Estado, Vigo, Marín, Vilagarcía, Coruña y Ferrol, se transportan por carretera, un sector que con sus 7.000 empresas y 25.000 vehículos, no solo da empleo directo a cerca de 30.000 personas y supone entorno al 3% de PIB, sino que hace posible el resto de la actividad empresarial e industrial de la Comunidad, así como la atención a las necesidades de la sociedad a la que sirve, para la que es un sector imprescindible y vital, como se ha podido constatar y se sigue constando, con la pandemia del Covid-19.