Saba ha recuperados sus niveles de actividad e ingresos después de dos años complicados por el impacto de la pandemia en la movilidad. Los ingresos de la compañía crecieron en 2021 un 18% respecto a 2020 y la rotación un 78%, alcanzando las mismas cifras que en 2019.
La recuperación económica parece haber llegado a las cuentas de Saba. Tras dos años de inestabilidad a causa del impacto del COVID-19, las cuentas de la compañía han recuperado los niveles precrisis sanitaria en muchos de sus ámbitos. Además, la Junta ha aprobado las cuentas anuales y la delegación para la emisión de valores de renta fija, además de la autorización para la compra de autocartera y la incorporación de dos nuevos consejeros.
En relación a los ingresos, pese a que estos se sitúan un 22% por debajo de los obtenidos en 2019, si los comparamos con el año de estallido de la pandemia, estos han crecido un 18% llegando a los 234 millones de euros. Esto hace prever que la tendencia es creciente y que las perspectivas positivas continuarán en el futuro. Por otra parte, aunque relacionado con lo anterior, la recuperación de la actividad de la compañía se mantiene en el primer trimestre de 2022. La rotación ha experimentado un incremento del 78%, también el número de abonados en un 17%, alcanzando los niveles prepandemia.
Este repunte en actividad y resultados económicos se debe a la moderna concepción de la compañía sobre los servicios de aparcamiento y movilidad. Esta lo entiende como un hub de servicios de movilidad urbana sostenible. Aprovecha las localizaciones estratégicas en los centros de las ciudades, su capilaridad y su servicio ininterrumpido para trabajar como un agente integrado en la política y en la cadena de la movilidad de personas (vehículo eléctrico, sharing, movilidad unipersonal) y, asimismo, de mercancías (última milla).