El situar las baterías en el techo, el vehículo es más espacioso y eficiente
Esta inversión es un paso clave hacia la movilidad sostenible en los Países Bajos y forma parte de la estrategia de Arriva para reducir su huella de carbono, con el objetivo de operar con cero emisiones de CO2 para 2027. El 90% del transporte público en autobús en West-Brabant ya es eléctrico, lo que muestra el compromiso de la empresa con soluciones más ecológicas, y la empresa considera que esta iniciativa representa un gran paso hacia la ambición de alcanzar una operación neutral en carbono.
Los autobuses eléctricos de Solaris están diseñados con un enfoque modular que optimiza el espacio para los pasajeros y mejora la eficiencia, pues al eliminar la torre del motor y situar las baterías únicamente en el techo, se consigue aumentar el espacio interior. Tanto los vehículos de 12 metros como los articulados de 18 metros estarán equipados con baterías de aproximadamente 400 kWh, que se cargarán mediante un enchufe en ambos lados del autobús, lo que facilita las operaciones diarias.
Además de los beneficios ambientales, la flota se destaca por su innovación tecnológica en seguridad y confort. Cada autobús contará con sistemas de monitoreo avanzados, incluidas cámaras Fisheye que mejoran la visibilidad y sistemas de asistencia para el conductor, como alertas para peatones y ciclistas cercanos, advertencias de salida de carril y un sistema de monitoreo de fatiga. Los interiores estarán equipados con asientos cómodos, WiFi a bordo y puertos USB para que los pasajeros puedan cargar sus dispositivos durante el viaje.
Con esta entrega, Solaris y Arriva refuerzan su compromiso con la transformación hacia una movilidad más limpia y eficiente, contribuyendo al objetivo global de reducir las emisiones en el sector del transporte público.