Barcelona se prepara para dar un salto significativo en su red de puntos de carga para vehículos eléctricos, pasando de los 1.000 actuales a 3.000 antes de finalizar el año, según ha anunciado Xavier Patón, gerente de Movilidad del Ayuntamiento, durante una mesa redonda organizada por Anfac y Fecavem en el Automobile Barcelona 2025. Esta expansión, que supone triplicar la infraestructura actual, contará con una inversión de 25 millones de euros, destinados a garantizar que la ciudad cuente con una red de recarga accesible y segura.
El anuncio refleja el compromiso del consistorio por acelerar la transición hacia la movilidad eléctrica, promoviendo una infraestructura que permita a los conductores cargar sus vehículos no solo en electrolineras públicas, sino también durante la noche, especialmente para aquellos que no disponen de garaje privado.
Durante su intervención, Patón subrayó que el objetivo no es solo aumentar el número de puntos de carga, sino garantizar que estos sean seguros, accesibles y funcionales. “No se trata únicamente de instalar cargadores, sino de que los ciudadanos puedan confiar en que funcionen correctamente y que puedan utilizarlos de manera segura, especialmente durante la noche”, explicó.
El gerente de Movilidad respondió a las preocupaciones planteadas por Jaume Roura, presidente de Fecavem, quien destacó la necesidad de que los puntos de carga estén siempre operativos. En este sentido, Patón aseguró que la mayoría de los cargadores de la ciudad funcionan correctamente, y que el Ayuntamiento está trabajando para mejorar el mantenimiento y la disponibilidad.
La inversión de 25 millones de euros será clave para alcanzar los 3.000 puntos de carga
La inversión de 25 millones de euros será clave para alcanzar los 3.000 puntos de carga, lo que colocará a Barcelona a la vanguardia de la movilidad eléctrica en España. La ciudad ha apostado por una combinación de cargadores rápidos y semirápidos, distribuidos en ubicaciones estratégicas para garantizar que todos los barrios cuenten con acceso a la recarga.
Además, Patón destacó que esta expansión permitirá mejorar la carga de oportunidad, es decir, la posibilidad de que los usuarios puedan recargar su vehículo mientras realizan otras actividades, como compras, ocio o trabajo. Este modelo es fundamental para aumentar la confianza de los usuarios en los vehículos eléctricos y fomentar su adopción.
El anuncio de Barcelona se enmarca en una estrategia más amplia para promover la movilidad sostenible, en línea con los objetivos europeos de descarbonización y reducción de emisiones. La ciudad se ha fijado como meta convertirse en un referente de la movilidad eléctrica, combinando la expansión de la infraestructura de recarga con políticas de incentivo para la adquisición de vehículos eléctricos.
El plan del Ayuntamiento también contempla medidas para garantizar la transparencia y eficiencia en el uso de la red de recarga, utilizando tecnología de monitorización para asegurar que los puntos de carga estén siempre operativos y que los usuarios puedan acceder a ellos sin complicaciones.
Con esta expansión, Barcelona no solo refuerza su compromiso con la sostenibilidad, sino que también se prepara para liderar la transformación hacia una movilidad más limpia y eficiente, ofreciendo a los conductores la confianza de que siempre tendrán un punto de carga disponible.