Volvo se posiciona como líder en la descarbonización de la producción de automóviles, gracias a su apuesta por el uso de acero más limpio en la fabricación de los chasis de sus vehículos. Un nuevo estudio de Transport & Environment (T&E) revela que el acero representa entre el 16 % y el 30 % de las emisiones totales en la producción de un coche, lo que convierte a este material en un punto clave para reducir la huella de carbono del sector.
La clasificación, realizada por Lead the Charge, evaluó tres indicadores principales: transparencia en emisiones, objetivos de reducción del acero con bajas emisiones y uso de acero reciclado, además de los acuerdos firmados para incorporar acero de emisiones casi nulas.
'Los vehículos eléctricos eliminan rapidamente las emisiones'
Volvo destacó en todos los ámbitos evaluados, gracias a la fijación de objetivos ambiciosos y la firma de múltiples acuerdos de compra. Mercedes, por su parte, sobresalió como la empresa con más contratos concretados con proveedores de acero verde en Europa y Norteamérica. Le siguen Tesla, GM y Ford, que completan el top cinco del ranking.
En este contexto, Tesla se mantiene como la única compañía que publica en detalle las emisiones de alcance 3 de su cadena de suministro de acero, marcando un precedente en materia de transparencia.
Según T&E, el avance en la descarbonización del acero ha sido significativo en apenas dos años. En 2023, dos tercios de los fabricantes obtuvieron una puntuación de cero en este aspecto; ahora, en 2025, esa cifra se ha reducido a menos de un tercio.
Oscar Pulido, responsable de electrificación de flotas en T&E España, afirmó: «Los vehículos eléctricos están eliminando rápidamente las emisiones de los tubos de escape, pero aún queda trabajo por hacer para reducir el impacto del carbono en los componentes».
El sector automovilístico europeo consume el 17 % de la demanda de acero del continente, mientras que en países como Estados Unidos y Alemania la cifra asciende al 26 %. Este peso convierte a la industria en un actor decisivo para la evolución del acero verde.
Por ello, T&E insta a la Comisión Europea a establecer obligaciones claras: 40 % de acero verde en 2030, 75 % en 2035 y 100 % en 2040, dentro de la futura Ley de Aceleración de la Descarbonización Industrial (IDAA). Además, propone la introducción de etiquetas de carbono obligatorias en todo el acero utilizado en automóviles.
El informe llega en un momento en el que algunos fabricantes, encabezados por el director general de Mercedes, Ola Källenius, presionan para relajar las normas de la UE sobre emisiones de CO2, que incluyen la prohibición progresiva de vender coches de gasolina y diésel a partir de 2035.
Sin embargo, T&E advierte que no bastará con limpiar los materiales. Para seguir siendo competitivos, los fabricantes europeos deben acelerar la transición hacia el vehículo eléctrico y cadenas de suministro más sostenibles.