La nueva fábrica, que tendrá una superficie de 25.000 metros cuadrados, contará con la más innovadora tecnología, siendo una de las factorías más avanzadas de todo el grupo a nivel mundial. La inversión destinada será de más de 46 millones de euros y se prevé que emplee a más de 900 trabajadores.
Javier Pujol, consejero delegado de Ficosa, enfatizó: "Éste es un movimiento estratégico que permitirá la consolidación de las operaciones clave y un mayor crecimiento en uno de los mayores mercados automovilísticos del mundo. Actualmente, la región de América del Norte representa más de un 35% de la facturación global del grupo y es nuestro segundo mercado más importante".
Por su parte, Joan Cañellas, consejero delegado de Ficosa Norteamérica, acentuó: "Al tratarse de unas instalaciones de última generación, el nuevo centro de producción de Cookeville aumentará la competitividad y la eficiencia de Ficosa Norteamérica permitiéndonos proporcionar un mejor servicio a los OEM".
En ese sentido, se llevarán a cabo inversiones de primer nivel en lo referente a los medios productivos y se incorporarán dos nuevos procesos de producción, la inyección de aluminio y la fabricación de intermitentes integrados en los retrovisores, que anteriormente se ejecutaban en México y Asia. La nueva planta también contará con los equipamientos más avanzados en materia de pintura e inyección.
Dedicada a la producción de retrovisores, la factoría de Cookeville proveerá a clientes como Ford, Chrysler, General Motors, Volkswagen y Nissan, entre otros, y contará con una capacidad productiva de 4,5 millones de unidades al año. Su construcción empezará a principios de junio y estará totalmente operativa a finales de 2016.