La reforma da así cumplimiento a la reivindicación como derecho fundamental que consagraba el Estatuto del Trabajo Autónomo. El texto aprobado garantiza que la formación recibida se ajuste a las necesidades del mercado de trabajo a través de la participación de las organizaciones de autónomos en el diseño y planificación de la misma atendiendo a las particularidades y necesidades del colectivo que hasta ahora venía accediendo a unos planes formativos diseñados fundamentalmente para trabajadores por cuenta ajena.
Sin duda, el nuevo modelo basado en la concurrencia competitiva refuerza la transparencia y optimización del uso de los recursos públicos reservando el papel de los agentes sociales y organizaciones de autónomos a adecuar la formación a las necesidades reales de los trabajadores y del mercado de trabajo.
En palabras de Lorenzo Amor, presidente de ATA: “Hoy se da un paso importantísimo en la consagración de los derechos de los trabajadores autónomos permitiendo su acceso igualitario a una formación tan demandada como necesaria para nuestro colectivo, a la vez que los convierte en los protagonistas de la misma diseñando una formación ajustada a sus demandas”.
Se da un paso para mejorar la calidad de la formación en nuestro país que fomentará la competitividad y que permitirá abordar de manera eficaz los actuales desajustes en las cualificaciones de la oferta y demanda de empleo. “Es un paso adelante que las organizaciones de autónomos participen en la detección de necesidades, diseño, difusión y programación de la oferta formativa para los autónomos”, finalizó el presidente de ATA.