En contra de lo que se establecía en las condiciones generales de la concesionaria, las facturas se remiten no de forma globalizada a la empresa transportista, sino que se remiten tantas facturas como vehículos posee la empresa
Fenadismer ha venido denunciando las numerosísimas incidencias técnicas en los aparatos de control OBU que obligatoriamente deben instalar los transportistas en sus camiones, previo pago de 150 euros a la concesionaria en concepto de fianza. Dichas deficiencias afectan tanto a la geolocalización del vehículo como al cálculo de la tasa a abonar en función del tramo recorrido, con el agravante de que la empresa concesionaria sólo concede un plazo máximo de tres horas para reemplazar el aparato, siendo sancionados en caso contrario con multas de hasta 1.000 euros.
En este sentido, esta semana Satellic ha remitido una primera remesa de 1.000 facturas ‘test’ a los clientes correspondientes a los peajes soportados durante los primeros 25 días de aplicación de la tasa kilométrica, habiéndose detectado numerosos errores y anomalías. Así, en contra de lo que se establecía en las condiciones generales de la concesionaria, las facturas se remiten no de forma globalizada a la empresa transportista, sino que se remiten tantas facturas como vehículos posee la empresa y además triplicadas en función de la región belga por donde ha circulado el vehículo, lo que hace imposible la contabilización de dichas facturas.
Pero es que además no figuran detallados los recorridos realizados por los vehículos por lo que imposibilita cotejar si el peaje que se pretende cobrar coincide con el que efectivamente se ha realizado, habiéndose asimismo detectado peajes incluidos en la factura correspondientes a fechas anteriores a la entrada en vigor de la nueva tasa kilométrica.