Mientras Europa avanza hacia una movilidad más limpia, un nuevo estudio encargado por Transport & Environment (T&E) a los institutos Fraunhofer ISI y Öko-Institut, sitúa las áreas de depósito como un elemento esencial para acelerar la adopción del vehículo pesado eléctrico (HDV) en países como Francia, Alemania, Reino Unido y España.
El informe subraya que electrificar el transporte regional —que representa una parte significativa de los trayectos— es posible si se dispone de infraestructura en los lugares donde los camiones cargan, descargan y pernoctan. Un punto de vista que complementa las exigencias del reglamento europeo AFIR, centrado en el despliegue de cargadores públicos a lo largo de las redes principales (RTE-T).
“El transporte regional tiene una ventaja: las rutas son planificables y repetitivas, lo que permite diseñar soluciones de recarga efectivas”, señala Laura Vélez de Mendizábal, experta en electromovilidad de T&E España. Por eso, añade, no basta con instalar cargadores en ruta: “también necesitamos invertir en los centros logísticos y zonas de mantenimiento donde realmente duermen los camiones”.
En Alemania, el “Plan Maestro de Infraestructura de Carga” es el ejemplo más avanzado: mapea oferta y demanda, prevé un millón de puntos de carga para 2030 y busca soluciones incluso para zonas con poco espacio, como aprovechar terrenos públicos.
En España, el reto es aún más complejo. El sector está altamente atomizado: el 80 % de las empresas tiene menos de cinco vehículos y muchas carecen de depósitos propios. Esta estructura limita su capacidad para invertir en camiones eléctricos e infraestructura.
T&E propone medidas específicas como créditos fiscales, deducciones o el uso de e-credits de la Directiva de Energías Renovables para apoyar estas inversiones. También insiste en una mejor coordinación entre administraciones y agentes del sector, así como en una homogeneización de los procesos de conexión a la red eléctrica.
Con los fabricantes estimando que más de un tercio de los camiones vendidos en 2030 serán eléctricos, la infraestructura debe adelantarse a la demanda. Además, se recomienda implementar la recarga inteligente y bidireccional (V2G), que no solo mejora la eficiencia, sino que reduce los costes para las empresas y ayuda a equilibrar la red eléctrica.
En resumen, el futuro de la electrificación del transporte pesado no solo se juega en las autopistas, sino también en los patios logísticos. Y ahí es donde se necesita poner el foco, ahora.