Cuando finalice el plazo, el Mitsubishi por el que optó tendrá un valor de compra garantizado y el cliente podrá elegir entre tres opciones la que más le convenga
Con ella, al cliente final le va a resultar fácil y cómodo decidirse por uno de sus modelos. Su funcionamiento es muy sencillo, ya que la marca calcula el VFG (Valor Futuro Garantizado) que descuenta del precio y el comprador solo paga la diferencia en cómodas cuotas durante el periodo que haya elegido (dos, tres o cuatro años). Cuando finalice el plazo, el Mitsubishi por el que optó tendrá un valor de compra garantizado y el cliente podrá elegir entre tres opciones la que más le convenga: Lo cambia por otro Mitsubishi y disfruta de las novedades del nuevo modelo; lo devuelve al concesionario Mitsubishi y cancela el VGF (sujeto a kilometraje y condición); o el cliente se lo queda pagando el VGF según mejor le encaje.