Conducir superando en 60 km/h el límite de velocidad en vías urbanas, o en 80 km/h en el caso de las interurbanas (se considerará conducción temeraria), será motivo de ingreso en prisión, tal y como reza el texto de la reforma planteada, a expensas de la decisión del Senado, que debería devolver el texto al Congreso para su aprobación definitiva.
Una pena mínima de tres meses y una máxima de dos años, también se aplicará en el caso de superar losd 1,2 gramos por litro de alcohol en sangre en un control de alcoholemia, que serán todavía mayores si no se accede a pasar los pertinentes controles de alcohol o drogas.