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Violencia en el Sector

Los conductores de autobuses reclaman más seguridad en la estación de la Pola

martes 06 de marzo de 2007, 01:00h
Un grupo de jóvenes rompió los espejos de varios vehículos en la noche del pasado domingo
La estación de autobuses de la Pola ha vuelto a sufrir la actuación de gamberros que han reventado los espejos retrovisores de cinco autobuses y han ocasionado daños en varios limpiaparabrisas. Los conductores de los autobuses afectados denuncian que los asaltos se producen los domingos por la noche a manos de pandillas de jóvenes que retornan a sus casas por la noche y que, en muchos casos, hacen uso del servicio de autobuses. Por ello reclaman una mayor presencia policial en la zona, dado que este tipo de incidentes se está convirtiendo en algo habitual en la estación polesa y los conductores temen que vayan a más si nadie lo controla. «Son chavales que llegan bebidos y quizás algo más», clamaba ayer un afectado, quien pedía que los agentes de la Policía Local hicieran acto de presencia en la estación «a pie, para que vean la gente que hay aquí». Hace tan sólo unas semanas que la dirección de la estación de autobuses denunciaba la rotura a golpes de la puerta posterior de acceso al edificio, una cuestión que desató una batalla dialéctica con el concejal de Seguridad, José Manuel Fernández, quien aseguró que los problemas en el edificio son «hechos concretos». Las empresas que operan en la estación no están de acuerdo con estas afirmaciones, toda vez que cada semana deben lamentar destrozos de diverso calado en sus autobuses, con varios robos de pertenencias de los conductores tras entrar en los vehículos. Agresión a una vigilante Los hechos más graves tuvieron lugar el año pasado, cuando una vigilante de seguridad fue agredida por un grupo de menores y a los pocos días se registraron amenazas con arma blanca. Entonces se creó una mesa de debate con la participación de la empresa que gestiona la estación, miembros de las Fuerzas de Seguridad y vecinos, y se estableció una vigilancia más estrecha de la zona. Sin embargo, los afectados consideran que no ha sido suficiente y reclaman medidas urgentes para evitar nuevos desmanes.los conductores temen que vayan a más si nadie lo controla. «Son chavales que llegan bebidos y quizás algo más», clamaba ayer un afectado, quien pedía que los agentes de la Policía Local hicieran acto de presencia en la estación «a pie, para que vean la gente que hay aquí». Hace tan sólo unas semanas que la dirección de la estación de autobuses denunciaba la rotura a golpes de la puerta posterior de acceso al edificio, una cuestión que desató una batalla dialéctica con los conductores temen que vayan a más si nadie lo controla. «Son chavales que llegan bebidos y quizás algo más», clamaba ayer un afectado, quien pedía que los agentes de la Policía Local hicieran acto de presencia en la estación «a pie, para que vean la gente que hay aquí». Hace tan sólo unas semanas que la dirección de la estación de autobuses denunciaba la rotura a golpes de la puerta posterior de acceso al edificio, una cuestión que desató una batalla dialéctica con