El objetivo era desconvocar la huelga indefinida, que afectaría a unos 6.000 transportistas a partir del 5 de mayo, mediante algunos consensos, pero éstos no llegaron. Los sindicatos califican como "abismales" las diferencias entre lo que propone la patronal y lo que exigen los trabajadores, por lo que durante el fin de semana estaban previstas distintas asambleas, en las que tomar las decisiones sobre el camino a seguir. Ambas partes retomarán de nuevo los contactos el miércoles, 30 de abril, fecha en la que se espera que la patronal presente una oferta más acorde con las peticiones de los trabajadores. De no ser así, la semana que viene podría dar comienzo la mencionada huelga indefinida.