La propuesta, pensada para una progresiva implantación de un transporte urbano en la ciudad, consta de un plan que recoge los pasos que se van a ir dando y que irán en dos direcciones: la redacción de un pliego de condiciones que recoja los aspectos técnicos que debe cumplir el servicio y la elaboración de un documento que marcará el calendario a seguir y que contemplará las distintas líneas a implantar, incluyendo no sólo el trayecto, sino otros parámetros como la frecuencia o el horario.
Estos parámetros serán sometidos a información pública, para que los ciudadanos y los sectores sociales implicados puedan hacer sus aportaciones. Además, se remitirá al Gobierno de Cantabria, concretamente a la Dirección General de Transporte, para que también pueda hacer la valoración correspondiente.