Los Estados deben de aplicar el principio de reconocimiento mutuo, y transmitir a sus empresas la confianza necesaria en los procedimientos que se llevan a cabo en otros Estados miembro
''Entre ellos, los más numerosos se refieren a la falta de armonización, que obliga a la empresa a tener que cumplir con las normas de cada Estado miembro, y los derivados de la ausencia de reconocimiento de los certificados u homologaciones obtenidos en España. Para evitar este último tipo de obstáculo, los Estados deben de aplicar el principio de reconocimiento mutuo, y transmitir a sus empresas la confianza necesaria en los procedimientos que se llevan a cabo en otros Estados miembro, evitando prácticas no respetuosas tendentes al proteccionismo”.
Sobre los principios de reconocimiento mutuo, la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) recuerda que de acuerdo a lo establecido en el Reglamento 765/2008 que regula la acreditación en Europa: “Las autoridades nacionales reconocerán la equivalencia de los servicios prestados por los organismos de acreditación que se hayan sometido con éxito al sistema de evaluación por pares en virtud del artículo 10, y aceptarán de ese modo, sobre la base de la presunción mencionada en el apartado 1, los certificados de acreditación de dichos organismos y las certificaciones emitidas por los organismos de evaluación de la conformidad acreditados por ellos”.
Beneficios de las acredicaciones ENAC
Adicionalmente,
las acreditaciones de ENAC son reconocidas también por los organismos de acreditación de más de 90 países, incluida la totalidad de los Estados miembros de la UE, gracias a que es firmante de todos los acuerdos de reconocimiento impulsados por las organizaciones internacionales: European Accreditation (EA), International Laboratory Accreditation Cooperation (ILAC) e International Accreditation Forum (IAF). Por esta razón, las empresas exportadoras deberían elegir entidades acreditadas cuando necesitan aportar certificados o informes de ensayo en sus exportaciones y exigir el uso de la marca de ENAC en ellos, ya que, así, minimizan las probabilidades de que sean rechazados tanto en la UE como en el resto del mundo.