Mitchell asegura que entre el 70 y el 75% del incremento de precios de las materias primas alimentarias se puede atribuir a los biocombustibles, sobre todo a su vinculación con los descensos en el almacenaje de granos, actividad especulativa y vedas a la exportación de alimentos. El restante 25-30% se debe, en opinión del experto, a un dólar debilitado y a los mayores costos de otras partidas, como las dedicadas a los fertilizantes y el transporte, entre otras.