Y es que por el sistema de módulos un autónomo transportista paga unos 13.000 euros anuales de impuestos y, si se hubiera modificado la ley y el autónomo facturase entre 85.000 y 90.000 euros, tendría que tributar por estimación directa y Hacienda se quedaría unos 23.000 euros.
Desde la Confederación Intersectorial de Autónomos del Estado Español (CIAE), explican que Hacienda debería tener en cuenta también que el 40% de la facturación de un transportista con camión pesado se debe al carburante. Anteriores normativas restrictivas ya les han sido desfavorables, y esto queda reflejado en la disminución de transportistas en todas las Comunidades Autónomas.