Establecer una relación más solida con la FP beneficiaría al tejido laboral
Según Conpymes, la conexión entre este sistema de formación y el mundo empresarial debe ser estrecha y permanente, de manera que el primer sistema de formación pueda adaptar sus contenidos a las necesidades del segundo con la mayor rapidez posible. Sin embargo, el modelo español de la FP, más cercano al modelo francés que al modelo alemán -al menos en sus orígenes- refleja la diligencia de la escuela más que del lugar de trabajo. El resultado de ello fue la separación histórica de ambos contextos, lo que se tradujo en un importante desequilibrio entre la formación de los trabajadores y las necesidades del entorno productivo.
Por otro lado, se ofrece un único sistema de FP para integrar los dos subsistemas existentes. Conpymes entiende que para que esta integración se haga realidad sin un sistema sobre otro, es necesario crear una unidad de integración cuya función sea dirigir, coordinar y administrar los servicios del sistema, cuya interconexión permita la suficiente autonomía administrativa. relacionado con la organización de gobierno para garantizar que las decisiones se tomen y estén informadas sobre cuestiones de gobierno a nivel operativo.
Por otra parte, la organización considera que, para preservar el enfoque integral del proyecto de ley, es necesario desarrollar un sistema de clasificación de certificados profesionales (clase C) y cursos de formación (clase D), que tenga en cuenta su equivalencia, en su relación de nivel y evita que cualquiera de estos modos siga existiendo como accesorio o menos en el sistema de TV.
En definitiva, en palabras de José María Torres, presidente de Conpymes, “valoramos positivamente el papel que las empresas van a adquirir con la implantación de esta nueva ley, ya que consideramos que el papel de la empresa es triple: es origen de la necesidad y destino del resultado de cualquier proceso de formación, ya que la formación profesional debe ser profesionalizadora; es un agente formativo de los diferentes modelos de prácticas y aprendizaje (dual), y debe ser impulsora ante sus personas trabajadoras de los procesos de formación”. Por tanto, Torres afirma que “se hace imprescindible promover actuaciones dirigidas a impulsar una Formación Profesional de calidad, innovadora, inclusiva y excelente, capaz de desarrollar todo el talento que nuestro país necesita”.