La Comisión Europea había estimado que el Euro 7 supondría aumento de entre 180 y 450 euros en la fabricación de coches y furgonetas y de 2.800 euros para camiones y autobuses, pero estas predicciones podrían haber sido demasiado optimistas. Un reciente estudio llevado a cabo por Frontier Economics afirma que dicho impacto podría ser entre cuatro y diez mayor, situando el crecimiento de los costes de fabricación de coches y furgonetas en los 2.000 euros y el de camiones y autobuses en los 12.000.
Las estimaciones de la Comisión no tienen en cuenta costes indirectos
Estas estimaciones tienen en cuenta simplemente los precios de fabricación, abriendo la puerta a que los precios de venta sean incluso mayores y que los consumidores sean quienes más se resientan. Además, se calcula que costes indirectos como el consumo de combustible también aumentarán, de modo que, a lo largo del periodo de vida de un vehículo, el gasto podría crecer en un 3,5%. Desde la Asociación de Fabricantes de Vehículos Europeos (ACEA) señalan que las estimaciones de la Comisión no han tenido en cuenta estos costes indirectos, y afirman que el actual Euro 6/VI supone un marco completo y estricto a nivel de emisiones que hace innecesario este paso más allá.
"La industria automovilística europea está completamente comprometida con la reducción de emisiones para cuidar el medioambiente, el clima y nuestra salud" comenta Sigrig de Vries, director general de ACEA. "Sin embargo, la propuesta Euro 7 no es la forma correcta de avanzar en esta dirección, pues supone un mínimo impacto medioambiental a un grandísimo coste económico. Los grandes cambios en materia ambiental se producirán mediante la transición hacia la electricidad mientras seguimos reemplazando los vehículos viejos con los modelos más eficientes del Euro 6/VI".