Gracias a la política en medio ambiente y movilidad que está desarrollando el Ayuntamiento de Madrid a través de la Estrategia de Sostenibilidad Ambiental Madrid 360, a partir de enero de 2023, la EMT ya no prestará servicio con autobuses de gasoil y toda su flota estará compuesta por autobuses eléctricos, de gas natural e híbridos.
Esta realidad será posible gracias a la compra de 520 vehículos de Gas Natural Comprimido (GNC) que la EMT acaba de licitar, un esfuerzo que persigue el objetivo de retirar de la circulación la flota más contaminante del organismo público cuanto antes y mejorar así la calidad del aire. De este modo, se adelanta tres años la previsión que establecía el plan de calidad del aire vigente al respecto, donde se fijaba de límite temporal 2025 para que todos los autobuses de la EMT fueran flota limpia o ‘cero’. En la actualidad, sólo quedan 388 autobuses diésel en la EMT de los 2.100 vehículos de los que dispone.
Los primeros 190 autobuses del mencionado pedido de 520 que se acaba de licitar llegarán en 2021, permitiendo sacar de la ciudad 258 unidades de gasoil, a los que se sumarán otros 100 vehículos eléctricos y seis minibuses también eléctricos. Con este nuevo equipamiento, la flota ‘cero’ crecerá hasta las 179 unidades a final de año y se alcanzará la electrificación del 8% del parque de la EMT.
2020 ha sido el año en que se ha realizado la mayor licitación para la compra de autobuses de la EMT, 626 en total
En 2022 se sumarán otros 200 autobuses de gas y se terminará de sacar de la circulación los 133 autobuses diésel que queden; en 2023 se recibirán otros 130 GNC, siempre manteniendo la flota de 2.100 autobuses para el servicio.
Impulso por el uso del transporte público
El fomento del uso del transporte público “es una prioridad del equipo de Gobierno y de la Estrategia Madrid 360”, indican desde el operador. En julio de 2019, se reforzaron nueve de las 48 líneas de la EMT que atraviesan Centro. En febrero se pusieron en marcha dos nuevas líneas en la ciudad, las denominadas Líneas Cero, cero emisiones y cero coste para los usuarios, que vertebran el distrito Centro de este a oeste y de norte a sur, uniendo dos grandes nodos de transporte como Atocha, puerta principal de entrada a la capital, y Moncloa. En septiembre, se sumó la línea perimetral, que bordea también el centro de la capital.
Además, en mayo se habilitaron 45 kilómetros de carril bus en la ciudad para mejorar la velocidad comercial y garantizar mayor capacidad de aforo en los autobuses municipales. Su puesta en marcha ha supuesto un incremento de más del 30% de la red de carriles bus existente, que cuenta con 148 kilómetros, hasta alcanzar los 193. De estas infraestructuras se ven beneficiadas 79 líneas de la EMT (el 37 % de la red).