Durante toda la década pasada, el estado de bienestar que hemos logrado en España ha garantizado, entre otros beneficios sociales, que nuestros mayores gocen de un programa de turismo social de gran calidad envidiable en el resto de Europa.
Con el conocido como Imserso, también se lograban beneficios aquellos actores que formaban parte del mismo al ofrecer sus servicios dentro de la cadena asistencial en la que se participaba, como fue el caso del transporte discrecional asistencial generado por nuestras Pymes del sector del transporte de viajeros en autocar.
Lamentablemente, con la llegada del Covid, el Estado de Alarma en España y, por consiguiente, las restricciones totales a la movilidad, provocó que el año pasado no se convocara el programa de turismo social.
Si bien afortunadamente las condiciones epidemiológicas y el ritmo de vacunación han permitido que se decidiera aperturizar el IMSERSO’2021, desde el inicio de la tramitación del proceso organizativo han sucedido una serie de hechos considerados muy graves de los cuales nuestro sector discrecional ha sido espectador, pero lógicamente se ha sentido preocupado por el devenir de las fases que incluso pondrían en riesgo que siguiera adelante la convocatoria anual.
En primer lugar, la negativa y tan criticada confección de los pliegos de condiciones para que los aspirantes optaran a concursar en uno de los lotes que se formaron. Ha sucedido lo mismo que para el transporte escolar. No han existido borradores para que las asociaciones representativas pudiéramos estudiarlos y presentar mejoras en los mismos. Y el resultado fue que las retribuciones económicas son a la baja, sin posibilidad de revisiones para los dos años siguientes, lo que impide que los actores que formamos parte de la cadena que otorgamos servicios para ejecutar el programa (adjudicatarios, agencias, hoteles, transportistas,…) no nos salgan rentables. Hubo impugnaciones de los pliegos, enfrentamientos entre algunos de los actores y se paralizaron las fases, lo que ha significado un retraso en comenzar la venta de plazas y en la ejecución de los viajes, previsto inicialmente en septiembre y en octubre respectivamente (hay expertos que indican que no empezarían hasta enero del 2022).
En segundo lugar, el recorte presupuestario de la oferta por el Gobierno de España, que ha eliminado los viajes de 15 días y 122.000 plazas menos el número de participantes del programa de 2021 (en comparación con el del año 2019), si bien los viajes suman la cantidad de 816.000. Tampoco parece claro que se oferte el programa de termalismo que tan buena respuesta ha tenido.Otoño es considerada para el transporte discrecional temporada baja, si bien hay servicios que mantienen una paulatina actividad durante la estación, como son los traslados de grupos del IMSERSO, turismo social asistencial de gran impacto para la industria turística española en torno a 300-600 millones de euros y 97.000 puestos de trabajo vinculados.
Desde Direbus España, entendemos que el programa de turismo social necesita mejoras, pero si lo que se pretende es reactivar y recuperar la actividad turística, el hábito de los viajeros, el apoyo del crecimiento del gasto turístico, y la actividad y rentabilidad de las empresas que nos vinculamos al IMSERSO, no deberíamos retrasar la puesta en marcha de la ejecución del programa más allá de este octubre que comienza.
Anímicamente la ciudadanía española necesita que se inicie la ejecución del Programa’2021, pero las empresas que formamos parte activa del turismo en España como prestatarios esenciales de nuestros servicios, también. DIREBÚS ESPAÑA una vez más se preocupa y está al lado de la micro, pequeña y mediana empresa que aporta su actividad para estos servicios
