El motor de la creciente demanda se está desacelerando en toda Europa y los economistas están convencidos: Europa se enfrenta a una crisis económica. Dados estos desarrollos, ¿cómo cambiarán las cadenas de suministro? ¿Se desplomará la demanda de transporte?
El precio del gas marcará la economía
Duros retos y superación
Los autores del informe intentaron extrapolar a partir de los datos disponibles los problemas a los que se enfrentarán las cadenas de suministro en los próximos meses: cómo cambiarán los precios de los combustibles, si la crisis energética tendrá un impacto significativo en los costes de producción y los problemas a los que se enfrentarán las empresas a la hora de la introducción de nuevos vehículos de energía para el transporte.
Antoine Bertrandy, CEO de CargoON, afirma al respecto: “Probablemente nos encontramos ante la calma que precede a la tormenta. Ahora solo nos queda confiar en que este escenario sea reversible a corto plazo y que se produzca una cierta estabilidad económica que permita la reconciliación de los distintos actores de la cadena de suministro para alcanzar un sector más eficiente y sostenible”.
El informe incluye, entre otras cosas, un análisis de los precios del transporte de mercancías en países europeos seleccionados durante los últimos 32 meses. El ritmo de aumento de los aranceles se ha acelerado desde el comienzo de la guerra en Ucrania. En febrero los envíos a Alemania costaron un 115% más que la tarifa original (enero de 2019), y a mediados de julio de 2022 ya ha llegado al 145%. En los meses posteriores al estallido de la guerra, la tarifa promedio de flete a Alemania aumentó en un 30 por ciento.
"El gigantesco aumento del precio del gas tendrá consecuencias considerables para la economía. En Alemania, cada vez son más las pequeñas y medianas empresas del este del país que han paralizado la producción por este motivo. Además, los precios del gas también afectan directamente a la situación de los transportistas alemanes. Debido a la subida de los precios de la energía y a la persistente escasez de conductores, numerosas empresas de transporte han tenido que deshacerse de algunos de sus camiones o cerrar el negocio", explica Guido Kuckartz, experto en la cadena de suministro y gerente de CargoON en Alemania.
Se puede ver que los aranceles en todos los países están aumentando, y el repunte será el más grande en 2022. Este crecimiento está impulsado principalmente por tres factores: la inflación, el aumento de los precios de los combustibles y la ofensiva de Rusia en Ucrania.
Según el análisis, los precios del transporte en algunos países han caído desde agosto de este año debido a la menor demanda de capacidad. Este es un presagio de una recesión en lugar de una caída estacional de los precios, pero tendremos que esperar hasta el final del trimestre para sacar las conclusiones finales.
Ante estos desafíos, las grandes empresas están tratando de cambiar la forma en que funcionan sus redes de suministro para evitar choques constantes en los flujos de suministro. Están renunciando cada vez más a los envíos de larga distancia en favor de los suministros locales y domésticos. Los costos de entrega más altos se compensan con rutas de envío más cortas y menos interrupciones en toda la cadena.
"Como prevén los autores de Market Insights ON, la desaceleración y luego la crisis prevista no se manifestarán en una fuerte caída de la demanda de capacidad en todas partes y en la misma medida, sino en descensos locales en rutas específicas, en sectores concretos de la economía. Sin embargo, nadie cuestiona realmente la predicción de que la crisis reducirá la demanda de transporte. La única cuestión es cuándo comenzará este proceso de forma perceptible".