En términos generales, estudios recientes apuntan que los españoles gastarán en el Black Friday y el Cyber Monday un 20% más que el año pasado.
Se estima que para este año el sector logístico gestionará durante los periodos del Black Friday y Navidad un 6,8% más de envíos que en durante el 2022. Esto nos lleva a unas cifras de 108 millones de envíos, lo que se traduce en 3,7 millones de envíos diarios que pueden alcanzar los 4,6 millones los días clave de mayor volumen.
Sin duda el Black Friday y la Navidad son un revulsivo para el comercio físico y online, pero también es una época de gran presión para el sector logístico y de la última milla.
Según CITYlogin, empresa de servicios de distribución de mercancías y micrologística sostenible en los centros urbanos de la grandes ciudades, estas son las principales líneas de preparación a las que se enfrenta cualquier empresa del sector para afrontar con éxito estas épocas pico:
- Volumen de flota necesaria: es vital planificar con antelación la cantidad de vehículos que se necesitarán para hacer frente al aumento de envíos durante estos días/semanas. Normalmente se tiende a la subcontratación para poder cubrir estas fechas, volviendo después a la normalidad en la cantidad de flota disponible.
- Contratación de equipo humano: el aumento de paquetes a gestionar y enviar conlleva también un aumento de la actividad de almacén y de transporte. Esto hace que sea necesario contratar más personal que ayude a cubrir el incremento estacional de la actividad.
- Planificación de envíos: el aumento de los pedidos derivados del Black Friday se junta con aquellos del flujo normal de actividad, por lo que se ha de planificar muy bien la distribución de los mismos para que el incremento del volumen de entregas por el Black Friday no perjudique o retrase las entregas normales diarias.
- Aumento del volumen de devoluciones: las rebajas de los precios hacen que los consumidores realicen muchas compras por impulso. Esto deriva en la mayoría de ocasiones en una avalancha de devoluciones que también se deben gestionar por las empresas logísticas. La falta de concienciación sobre las devoluciones se traduce en un aumento de la congestión de vehículos, de trayectos realizados y de emisiones de CO2 al medioambiente.