El sistema de doble rampa permite solventar posibles fallos del sistema automático, al disponer de un sistema manual, como ha explicado el gerente de la EMT, Miguel Ruiz.
El medio centenar de vehículos se irán incorporando tanto para reforzar diversas líneas como para sustituir a los que no estén totalmente adaptados. El último Observatorio de Movilidad Metropolitana destacaba a la empresa malagueña como la mejor en aspectos de movilidad reducida.
Ruiz también ha explicado que cada noche hay cuatro operarios de los talleres de la empresa dedicados exclusivamente a revisar y engrasar las rampas de los autobuses. "El problema es el día a día. Cualquier incidente o golpe puede afectarle y ante eso podemos hacer muy poco", ha asegurado el responsable de la EMT.
Badenes problemáticos
"Cada autobús sale lleno de gasoil, con las cuatro ruedas, limpio y con la plataforma en perfecto estado", ha subrayado Ruiz, que ha destacado que señalizaciones en la calles como los badenes son "muy problemáticos" para los autobuses, ya que los vehículos y toda su maquinaria sufre mucho en cada golpe. En otras ocasiones son los coches detenidos en las paradas de la EMT los que impiden que la plataforma llegue hasta la acera, imposibilitando así la subida al autobús de las personas con movilidad reducida.
