El proyecto, que se desarrollará en tres años (mayo de 2008-abril de 2011), cuenta con un presupuesto de 4.189.977 millones de euros y será subvencionado en un 68,5% por la Comisión. Los 14 socios participantes provienen de ocho países (Alemania, España, Países Bajos, Rumanía, Francia, Austria, Suecia y Noruega). Las instituciones españolas que participan son el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (Itene) y la empresa Europac, y la entidad coordinadora es la alemana Papiertechnische Stiftung. En concreto, el consorcio de SORT IT cuenta con cinco socios de investigación y desarrollo (cuatro institutos y una universidad) y nueve empresas (seis pymes y tres grandes empresas).
La UE produjo, en 2005, 100 millones de toneladas de papel y cartón, 47 de las cuales fueron de papel recuperado, según la Confederación de Industrias Europeas de Papel. Los residuos de papel y cartón son una fuente muy importante de materia prima secundaria para la producción de nuevos papeles reciclados. La gran demanda de los mercados internacionales afecta cada vez más a las empresas locales, debido a su escasa disponibilidad y al incremento de los costes. Esto hace que una adecuada clasificación y selección recaiga sobre los proveedores y fabricantes de papeles reciclados. Dicha clasificación no era económicamente razonable en el pasado, debido a los bajos costes de la materia prima. En la actualidad, una mejor calidad y cantidad de la materia prima secundaria es de gran importancia para la competitividad de las industrias derivadas del papel y esta tendencia se prevé que sea vital en un futuro próximo.
Por ello, el proyecto apunta a lograr una recuperación de papel y cartón más sostenible y eficiente desde una perspectiva de costes, por encima del 95% de clasificación de los papeles y cartones recuperados (actualmente es como máximo del 75%) y proporcionar calidades de los recuperados (pureza del 98%) que hagan posible su uso en nuevos productos derivados.
Requisitos de calidad
Otro de los objetivos que se pretende alcanzar es permitir la recuperación del papel contenido en otras corrientes de residuos que actualmente no se recupera, y proporcionar a los clientes finales (fabricantes de papel) materias primas secundarias que cumplan con los requisitos establecidos por la implantación online de técnicas de clasificación y control de calidad.
Además, una de las principales novedades es que se pretende automatizar por completo el proceso de clasificación y separación, mejorando las tecnologías existentes y que actualmente sólo separan el material no deseado de la corriente de residuos de papel y cartón. La idea es que el cartón y papel se recuperen de cualquier corriente de residuos y que sólo se utilicen en la fabricación de nuevos papeles aquellos que cumplan con las especificaciones impuestas por el usuario final de estas materias primas secundarias.
