El vicepresidente y el gerente de Tussam, Guillermo Gutiérrez y Carlos Arizaga, respectivamente, han informado en rueda de prensa del "crudo" resultado de las cuentas de la empresa municipal, expuestas ya ante el consejo de administración con la advertencia de que es necesario buscar soluciones para volver al "equilibrio económico".
No obstante, la empresa afrontó unos gastos de personal de 63.136.000 euros a los que se suman 12.110.000 euros procedentes de la amortización de créditos, gastos de explotación cercanos a los diez millones de euros y gastos financieros por más de cinco millones de euros, con lo que el balance final arroja pérdidas por valor de 54.139.000 euros. Se trata, según Guillermo Gutiérrez, del reflejo de "un paulatino incremento de las pérdidas y las deudas" que conduce a la empresa a acercarse al "riesgo de inestabilidad económica" pese a los más de 60 millones de euros que anualmente sustentan su financiación gracias a las arcas municipales.
Guillermo Gutiérrez ha pedido a los miembros del consejo de administración que piensen en soluciones para que la empresa municipal recupere el "equilibrio económico", ya que "es obvio que la carga de personal es la más grande que tenemos", pues los ingresos de 41 millones de euros del ejercicio 2008 "no dan para pagar el capítulo de personal", cuyo gasto supera los 63 millones de euros.
Costes de personal
Gutiérrez ha recordado que "la jornada media de los trabajadores de las grandes empresas de transporte urbano de España oscila entre las 7,5 y las ocho horas diarias y en el caso de Tussam, se reduce a ocho horas pese a que la plantilla se ha incrementado un 1,2 % en los últimos años y el coste medio por empleado se ha incrementado entre 2000 y 2008 muy por encima del crecimiento del IPC".
Asimismo, el vicepresidente de la empresa municipal ha reconocido que con una reducción de la plantilla no se podrían conservar los niveles de calidad, al tiempo que ha recordado que el Gobierno autonómico y el Estado no contribuyen a la economía de Tussam pese a que otras grandes empresas de transporte urbano sí gozan de aportaciones ajenas a sus propios ayuntamientos.
