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ENCUENTRO IBEROAMERICANO DE TRANSPORTE

El VII Encuentro Iberoamericano aúna realidades distintas en la búsqueda de un aprendizaje mutuo

Pere Padrosa, presidente de Astic, ha explicado a NEXOTRANS los detalles de la cita bianual

lunes 08 de junio de 2009, 01:00h

Con la presencia de las delegaciones de Argentina, Brasil, Chile y Portugal, se celebró el VII Encuentro Iberoamericano de Transporte, en el marco de la Asamblea General Ordinaria de Astic, realizada los pasados 28 y 29 de mayo en Marbella. En esta ocasión Uruguay, Bolivia y Perú no pudieron asistir a la cita, por la situación de crisis del Sector.

Pere Padrosa, presidente de Astic, ha explicado a NEXOTRANS, que uno de los objetivos de la celebración de estos encuentros (cada seis meses hasta la VIII edición, anuales a partir de ahí) es buscar "que las relaciones comerciales de ambos lados del Atlántico se asemejen lo más posible en el modo de hacer transporte. Que intentemos asemejar las formas para ver si somos capaces de establecer lazos de relación, de colaboración, para rebajar costes y para que las relaciones comerciales sean más fluidas. Ya en este séptimo encuentro hemos empezado a recoger frutos, porque estos países, que no eran miembros de la IRU, ya lo son, y están participando activamente en las reuniones, con lo cual empiezan a entrar en este tipo de relación conjunta armonizadora que desde IRU estamos buscando".

Mutuo beneficio

Para Padrosa es importante destacar que dicha la relación resulta beneficiosa para ambas partes. "Ellos, aún siendo un mercado, Mercosur, continúan teniendo un problema transfronterizo muy importante, continuan tardando días para cruzar una frontera". Como ejemplo, el presidente de Astic explica que por el principal paso fronterizo entre Chile y Argentina circulan 1.000 camiones diarios, mientras que entre La Junquera y Francia lo hacen 11.000. "Imaginaros la diferencia de relación comercial que existe a la hora de hablar de los problemas. Muchas veces se les hace difícil entender las proporciones de las cosas como las estamos hablando", agrega.

"Ahora, esto desde el punto de vista de lo que nosotros les podemos enseñar a ellos. Pero luego hay cosas muy importantes que nos están enseñando a nosotros: Ellos viven en permanente crisis, en una inflación constante, y por lo tanto están acostumbrados a sobrevivir en situaciones en las cuales tienen que ser capaces de ser autosuficientes, porque no tienen acceso a créditos. Porque es demasiado caro y a mitad de camino se les dobla el precio del dinero. Con lo cual nos están volviendo a enseñar lo que hace 15 ó 20 años teníamos aquí, que es la capacidad de ahorro. Ellos basan su modelo de negocio en esa capacidad de ahorro, por tanto su crecimiento es vegetativo en función de ese ahorro, y nosotros hemos basado nuestro modelo en el crédito, y el crecimiento lo hemos basado en la capacidad de apalancamiento de nuestras empresas. Entonces te das cuenta de que ellos están soportando la crisis de una forma que prácticamente no la están notando, y en cambio nosotros no somos capaces de gestionarla porque no hemos vivido ese período de ahorro hace 20 años", reflexiona.

Dicha situación ha permitido que el intercambio cultural que se está generando con los encuentros sea muy provechosa para ambas partes, resume Padrosa. "Nosotros pensábamos, como siempre, que somos el ombligo del mundo, que les enseñaríamos muchas cosas. Sí es cierto que ellos nos ven con una cierta veneración, pero cuando estás ahí te das cuenta de que el problema es exactamente el mismo pero es un momento distinto, por magnitud o por tiempo, y esto es importantísimo".