El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, ha explicado, durante su visita a las obras, que la nueva infraestructura responde a dos objetivos: disponer de un depósito exclusivo para autobuses propulsados por gas natural comprimido y aumentar la capacidad de los servicios de mantenimiento para poder atender la ampliación de la flota un 10%, hasta alcanzar los 2.272 autobuses en 2011.
Ubicado en Sanchinarro, sus 58.000 metros cuadrados acogerán, al igual que ya ocurre con las instalaciones de Carabanchel, un centro totalmente autónomo dentro de la EMT, dotado de todos los avances tecnológicos en materia de gestión y mantenimiento de la flota. Está destinado exclusivamente a autobuses de gas natural, por lo que contará con la estación de repostaje de este tipo de carburante más grande de Europa. Será también un ejemplo de sostenibilidad al usar ese mismo gas natural para los sistemas de climatización, y por el hecho de contar con una planta fotovoltaica destinada a la producción de agua caliente.
Además, la instalación de pantallas acústicas y la plantación de 3.000 unidades de diferentes especies vegetales minimizará su impacto sobre el entorno. "Estamos trabajando —subrayó Ruiz-Gallardón— para que el transporte público en superficie contribuya a resolver con éxito esa ecuación en que una mejor movilidad sostenible es igual a menos contaminación, mejor calidad de vida y mayor competitividad".
En estos momentos, ya está terminada el 80% de la obra civil y el 60% de todas las instalaciones, y las previsiones es que el centro pueda entrar en funcionamiento antes de que concluya 2010.
Acercar barrios y distritos
El alcalde subrayó el beneficio que supone para todos los ciudadanos de Madrid cualquier mejora que se introduzca en la EMT, empresa que cuenta con una flota de 2.080 autobuses (el 100% de piso bajo y con rampa de acceso) y una red que alcanza los 3.750 kilómetros, supera las 10.000 paradas, y recorre anualmente cerca de 100 millones de kilómetros. Separadores físicos para el carril-bus, vehículos ecológicos, minibuses eléctricos que recorren el casco histórico, marquesinas con información en braille, o sistemas de información oral y de videovigilancia son algunas de las iniciativas que el Ayuntamiento ha desarrollado en los últimos años.
A ello se suma la labor del Gobierno de la ciudad por acercar barrios y distritos, que en los dos últimos años se ha traducido en la prolongación de siete líneas ya existentes, en la creación de otras 13 totalmente nuevas, y la reordenación de 11 líneas búho, que ha supuesto una ampliación de la red nocturna superior a los 57 kilómetros. "Todos estos datos —concluyó el alcalde— manifiestan el extraordinario impacto en el conjunto de la ciudad de cualquier mejora medioambiental que incorpore la EMT, como la reducción de gases contaminantes por kilómetro recorrido o en el funcionamiento sostenible de sus instalaciones".
