En paralelo, la Unión Europea y el Gobierno de España han desarrollado diversas medidas para reducir el uso de emisiones de CO2 que favorecen el uso de biocombustibles. Aunque la aplicación de la nueva normativa está siendo lenta, las cifras relativas a 2009 indican una paulatina recuperación del sector.
Tras varios años de incertidumbre en el sector, todo parece indicar que comienza una nueva etapa en la que se incrementará el consumo de biodiesel en nuestro país. Las medidas legales adoptadas por la Unión Europea para incorporar biocombustibles en los carburantes y los aranceles impuestos han servido como punto de partida pero es necesario profundizar en estos aspectos para que España pueda liderar el mercado del biodiesel a nivel europeo.
Se hace imprescindible concretar legalmente el objetivo del 10% para 2011 y especificar obligaciones anuales crecientes hasta 2020. Además, es fundamental el papel de las petroleras en el cumplimiento de la normativa 2/2007 que especifica los porcentajes de biocombustibles a introducir. Actualmente sólo el 5% de las 9.046 gasolineras y estaciones de servicio que
existen en España sirven biodiesel sin mezcla.
Por capacidad de producción, Alemania continúa siendo el país con mayor capacidad productiva de Europa –y del mundo-, a pesar de la leve caída registrada en 2009. Las previsiones para este año indican que España se configura como el segundo país europeo con mayor capacidad de producción, superando a Francia e Italia, que pasan a ocupar el tercer y cuarto puesto respectivamente.
Conclusiones
El esfuerzo llevado a cabo por los productores para conseguir que España sea un referente en la producción europea y mundial de biocombustibles necesita del apoyo efectivo de las instituciones y de la sociedad para comenzar a dar sus frutos. Se hace imprescindible adoptar medidas como las ya establecidas en otros países europeos para aumentar la demanda como la obligación de venta de mezclas etiquetadas en gasolineras, del uso de biocarburantes en el transporte público y vehículos oficiales, la obligación a los fabricantes de vehículos de garantizar la utilización de mezclas etiquetadas en todos sus nuevos productos o la exigencia a los operadores logísticos de adaptar sus instalaciones para almacenar y distribuir biocombustibles.
El sector de los biocombustibles en España dispone del conocimiento y la capacidad para liderar el mercado de los combustibles renovables a nivel europeo; sólo necesita que la sociedad y las instituciones sean conscientes que la apuesta por introducir biocombustibles en el transporte es un camino sin retorno que nos garantizará el futuro.
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