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SALÓN DE LA RECUPERACIÓN Y EL RECICLAJE

Últimas tecnologías aplicadas a la recuperación de componentes de vehículos fuera de uso en el SRR

El Salón de la Recuperación y el Reciclaje se celebrará en Ifema, Madrid, entre los días 8 y 11 de junio

lunes 05 de abril de 2010, 01:00h

En España anualmente se desmatriculan en torno a un millón de vehículos, según datos de Aedra, lo que no implica que dejen de ser útiles. Gracias a las nuevas técnicas aplicadas al proceso de recuperación de componentes del automóvil se evita la emisión a la atmósfera de casi un millón de toneladas de CO2.

En el Salón de la Recuperación y el Reciclaje (SRR) que, organizado por Ifema, se celebrará en paralelo a Tecma’10, Feria Internacional del Urbanismo y del Medio Ambiente, empresas de gestión de residuos y en el reciclaje de automóviles fuera de uso mostrarán los principales avances logrados en los últimos años.  

La aplicación de nuevas técnicas ha permitido optimizar la reutilización de los diferentes componentes de un vehículo, mejorar el reciclado y situar a España como un referente internacional en este sector, puesto que actualmente gestionando los vehículos a través de la red de desguaces y plantas fragmentadoras se recupera casi el 87% del peso total del mismo, lo que supone estar dos puntos por encima de lo fijado en la normativa europea. "En España, además de superar el límite que marca la ley, tenemos uno de los sistema más eficientes en la recuperación de vehículos fuera de uso gracias al esfuerzo tecnológico del sector recuperador, ya que logramos que el valor material del coche financie su coste de reciclado. Así evitamos que el proceso repercuta en las finanzas de los ciudadanos", afirma Alicia García-Franco, directora general de la Federación Española de la Recuperación y el Reciclaje (FER).

Tomando como referencia un automóvil de diez años de antigüedad, el peso medio de un turismo es de una tonelada y su componente principal es el acero con una aportación del 65% de la masa total, según datos de la Asociación Española para el Tratamiento Medioambiental de los Vehículos Fuera de Uso (Sigrauto), entidad en la que participan Aedra, la FER, la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles y Camiones (Anfac) y la Asociación Nacional de Importadores de Automóviles, Camiones, Autobuses y Motocicletas (Aniacam). 

La recuperación de esos 650 kilogramos de acero para la fabricación de nuevos componentes para el automóvil evita por tanto la emisión de 630,5 kilogramos de CO2 a la atmósfera, en una relación de casi un kilogramo de dióxido de carbono emitido por cada kilogramo de acero producido. En el caso de otros componentes como el aluminio, el impacto en el medio ambiente de la fabricación de nuevas piezas es aún mayor, con una emisión de 3,5 kilogramos de CO2 por cada kilogramo producido.

Basándose en los datos que se manejan, y teniendo en cuenta que en España se recupera el 87 por ciento de un vehículo fuera de uso, de una tonelada de peso de media y que anualmente se desmatriculan un millón de turismos, además de los vehículos comerciales e industriales, las empresas que estarán presentes en SRR, del 8 al 11 de junio en IFEMA, evitan anualmente la emisión a la atmósfera de 984.840 toneladas de CO2, tanto como el volumen que emiten más de 111.000 españoles en un año.

V Encuentro Nacional sobre Gestión y Reciclado de Vehículos Fuera de Uso

En el marco de SRR, el próximo 9 de junio se celebrará el IV Encuentro Nacional sobre Gestión y Reciclado de Vehículos Fuera de Uso, que organiza Sigrauto. En el se debatirán temas de interés para el sector y se plantearán algunas de las principales reivindicaciones de las empresas que operan en este ámbito. Entre los retos a abordar a medio plazo figura el objetivo de reducir el porcentaje de residuos de vehículos en vertederos del 13% actual al 5% en 2015. Entre las reivindicaciones se encuentran lograr que la actual directiva (RD 1383/2002) amplíe su ámbito de actuación a otros vehículos no incluidos en la ley como motocicletas y camiones de más de 3,5 toneladas. Esta ampliación supondría un índice mayor de piezas recuperadas, más económicas que los componentes de nueva creación y más respetuosas con el medio ambiente.