La posición defendida por el máximo responsable del Instituto para la Diversificación y Ahorro de Energía (IDAE), Enrique Jiménez, fue compartida también por el consejero de Innovación del Gobierno foral, José María Roig, quien anunció que Navarra va a contar con una planta preindustrial de biocombustibles de segunda generación. Jiménez prosiguió incidiendo en que la producción de biocarburantes de segunda generación es "un reto de gran trascendencia" para alcanzar los objetivos marcados por la UE para reducir en un 20% la emisión de gases con efecto invernadero. En el Congreso, que finalizó ayer, 22 expertos internacionales y nacionales de 10 países europeos han debatido sobre diversas directrices y casos prácticos en materia de I+D+i en biocombustibles, y más concretamente en biocarburantes (biocombustibles para transporte) de segunda generación, obtenidos a partir de residuos y materiales lignocelulósicos.