Fabra se ha pronunciado de esta manera tras presidir la firma del Decálogo de alcaldes de capitales del Arco Mediterráneo para la Defensa del Corredor Mediterráneo. Además, ha señalado que este decálogo, "representa el compromiso de nuestro territorio para el futuro de España y de Europa", que supone "la suma de territorios, de partidos y de sectores económicos de distinta disciplinas" que se unen para defender "la importancia que tiene ser elegido el Corredor Mediterráneo como eje prioritario por parte de la UE". El presidente valenciano ha recordado que se trata de una infraestructura estratégica, un proyecto que concentra cerca del 50% de la población, más del 55% del crecimiento demográfico nacional, el 45% del PIB nacional y cerca del 50% de las exportaciones a Europa y ha pedido al Gobierno que "no vea el proyecto como un reto sino como una posibilidad".
Por su parte, el secretario general de Relaciones Institucionales y Coordinación del Ministerio de Fomento, Fernando Puig, ha afirmado que el Gobierno defiende que los corredores ferroviarios Mediterráneo y Central son "absolutamente compatibles y complementarios" y ha definido lo que van a ser las prioridades en las redes de transporte para las próximas décadas, "fundamentalmente" para el año 2030, recordando que el Gobierno desde el 2009 trabaja con la UE para la definición de estas nuevas redes transeuropeas de transporte. Al preguntársele si en la crisis no resulta irreal apoyar los dos corredores, Puig ha señalado que el planteamiento "no es coyuntural, no está relacionado con la crisis, sino que es un planteamiento prácticamente del siglo XXI, de cuál va a ser la ambición europea en las redes de transporte a medio y largo plazo".
