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DOSSIER NEXOTRANS SOBRE BIOCARBURANTES

Los fabricantes de vehículos industriales no se decantan por el uso de biocarburantes de forma decidida

Sus principales razones son el incremento de los costes de mantenimiento y la incidencia en las prestaciones

lunes 11 de febrero de 2008, 01:00h

La falta de información y de promoción por parte del Gobierno, algo en lo que sí coinciden todos los consultados, no es óbice para que la mayoría de fabricantes de vehículos industriales dispongan la práctica totalidad de sus gamas para aceptar estos biocarburantes, aunque en distintos porcentajes de mezcla.

Todas las marcas menos una, Scania, prefieren el biodiesel al bioetanol como base de su oferta al transportista, aunque en algunos casos, como DAF, se manifiestan abiertamente reticentes a esta opción, indicando que "las desventajas para los usuarios son superiores a las ventajas, pues se incrementan los costes operativos. Es una alternativa que aceptamos pero no recomendamos". Más allá llega Nissan, que sólo vende camiones que admiten biodiesel bajo pedido, porque reconoce que algunos de sus componentes no están preparados al 100%.

El resto de las marcas sí que ofrece al Sector la opción del biodiesel, aunque no la promociona de forma directa. Las razones pueden ser, en algunos casos, que su apuesta de futuro sea otro combustible (hidrógeno en algunos casos más lejanos, gas natural para el uso inmediato, o el desarrollo de los sintéticos), o bien que lo que haya que ganar sea inferior a lo que hay que invertir. Como indica la Ley, la mezcla máxima de biodiesel es del 5% en la actualidad, y a esa cifra se ciñen. Algunos, como Iveco, señalan que la rentabilidad desaparece por encima de estos volúmenes, aunque por ejemplo Renault Trucks prepara sus vehículos hasta para mezclas del 30%.

Lo que es común a todos es el asunto de las garantías, que en ningún caso se ven modificadas por utilizar biodiesel o bioetanol, ni tampoco afectan a otras operaciones financieras como las adquisiciones mediante renting o leasing. Eso sí, siempre que se cumplan una serie de condicionantes, que se estipulan a la hora de la firma del correspondiente contrato. Estas condiciones específicas también se aplican en el caso de que los clientes deseen unidades que admitan porcentajes superiores al 5%, los cuales son suministrados por las fábricas.

Prestaciones

La incidencia sobre las prestaciones, en el caso del biodiesel, también presenta algunas coincidencias entre los productores del mercado nacional. Una reducción de la potencia, estimada entre un 6 y un 10%, según los casos, y un aumento en el consumo, que podría alcanzar incluso el 12%, hacen que las reticencias de los fabricantes parezcan tener una base lógica de existencia. Si a esto añadimos que los intervalos de mantenimiento se deben acortar, que algunos componentes han de ser sustituidos con mayor frecuencia, y que el coste del carburante no siempre es inferior al del diesel tradicional, sería entendible que algunos fabricantes tengan sus reparos, a pesar de que las cadenas de distribución les demanden un mayor apoyo hacia este tipo de combustibles ecológicos.