El trabajo galardonado apuesta por la integración modal del transporte y la focalización de las inversiones, toda vez que el transporte de mercancías por carretera en España se destaca como un importante consumidor energético de combustibles, principalmente, fósiles, lo que implica un coste incremental del servicio, además de su elevado impacto medioambiental negativo.
El trabajo ha supuesto un estudio de la demanda de transporte interregional de mercancías por carretera en España en el periodo comprendido entre 2005 y 2009. Una de las conclusiones del autor es que el transporte interregional de mercancías en España evoluciona positivamente ante incrementos en el nivel de ingresos de la población e inversamente ante la distancia que separa los distintos pares origen-destino. Sin embargo, los resultados más relevantes del trabajo se obtienen en el análisis del impacto de las inversiones en infraestructuras sobre los flujos de transporte de mercancías por carretera. El autor sostiene que no existe relación entre la inversión en infraestructuras viarias y la demanda de transportes.
En segundo lugar, aparece una situación competitiva entre el transporte ferroviario y el transporte por carretera. Teniendo en cuenta la "deficiencia" del ferrocarril español y la "dejadez" del mismo respecto al transporte de mercancías, el autor cree que un desarrollo estructural del transporte ferroviario podría suponer un lastre difícilmente asumible por el transporte por carretera, a no ser que se produzca un proceso de integración de ambos. En tercer lugar, el autor considera la importación de mercancías por vía marítima en España como un mercado donde el transporte por carretera se debe introducir complementariamente para asegurar su supervivencia sostenible futura.
