Anfac sostiene que los fabricantes de vehículos automóviles apoyan decididamente el desarrollo de energías renovables para conseguir reducir las emisiones de CO2 y la dependencia energética del petróleo. El uso de biocarburantes tiene un significativo papel que jugar en el seno de una Estrategia Integrada para conseguir mayores niveles de reducción de emisiones de CO2 de los vehículos, prueba de esta actitud es el progresivo desarrollo de motores que admiten mezclas de combustible tradicionales con cada vez mayor porcentaje de biocarburantes. Sin embargo, los fabricantes ponen el acento en que "no hay que olvidar que la mayor parte de los vehículos del parque automovilístico no pueden admitir, con carácter general, mezclas con más de un 5% de biocarburantes, aunque la intención es diseñar vehículos que permitan elevar ese porcentaje de etanol o biodiésel a mezclar con los combustibles tradicionales". Anfac recuerda que "existen además otros importantes desarrollos específicos para mayores porcentajes: los denominados vehículos flexibles, que han incrementado su participación en el mercado".
En opinión de Luis Valero "es importante que se concrete un etiquetado especifico: porcentaje de biocomponentes, productor, para los biocarburantes, que se respete". Valero señaló además que “la calidad normalizada es imprescindible en los biocarburantes. Debe existir un estricto control de calidad en la producción, distribución y puesta a disposición en Estaciones de Servicio de Biocarburantes. Además, sería muy conveniente también definir un etiquetado que permita conocer el balance energético / emisiones de CO2 global".
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Los fabricantes consideran que el alto nivel de calidad del combustible exigido por los vehículos, debe cumplirse igualmente por los biocarburantes utilizados en mezclas. No se puede hablar de características y calidad de los combustibles sin contemplar sus efectos sobre emisiones y consumo. Esta calidad que se exige a los combustibles actuales, gasolina y gasóleo, debe cumplirse igualmente en el caso de los biocarburantes.
Valero finalizó su intervención haciendo especial hincapié en "la necesidad de contar con una Certificación de Sostenibilidad de los biocarburantes que defina un sistema homogéneo en toda la UE, para determinar así las contribuciones a las reducciones de CO2 exigidas a los fabricantes".
