Esta iniciativa pretende comprobar las condiciones en las que los estudiantes son trasladados a sus respectivos centros educativos repartidos por la Villa, la adecuación de las rutas y paradas establecidas y autorizadas por el propio Ayuntamiento, así como el control exhaustivo de los vehículos destinados al transporte escolar, según indican desde el consistorio.
Para ello, la Guardia urbana realizará durante los días que dure la campaña dos tipos de inspecciones. La primera consistirá en un primer control de carácter administrativo sobre los permisos y documentos que deben poseer tanto los vehículos como los conductores, como permiso de conducción y prueba de alcoholemia, entre otros, mientras la segunda prestará especial atención a las características de los autobuses que prestan el servicio, para garantizar la máxima seguridad de los escolares. En el caso de que los agentes observaran alguna infracción procederían a realizar la denuncia correspondiente.
Los agentes encargados de la campaña de control verificarán que los autobuses escolares cuyas rutas pertenezcan a la villa cumplen las rutas y paradas establecidas y autorizadas por el Ayuntamiento de Bilbao. Todos los datos obtenidos por la División de Tráfico de la Policía Municipal de Bilbao serán incorporados a unas tablas para su gestión estadística, ajustándose a una serie de indicadores previamente establecidos. En las campañas efectuadas en los meses de mayo y noviembre de 2011, la Policía Municipal de Bilbao realizó un total 20 controles, en los que se inspeccionaron 65 vehículos. Los agentes interpusieron sólo una denuncia por irregularidades en la tarjeta de transporte escolar, lo que, a su juicio, refleja el correcto estado en el que, por lo general, se encuentran los vehículos encargados del transporte escolar en la villa.
