La situación de las carreteras requiere que los conductores tomen una serie de medidas de precaución para evitar que aumenten considerablemente los riesgos de sufrir un accidente. Una de las medidas básicas es el uso de los faros antiniebla traseros, obligatorios en situaciones de niebla densa.
Entre las recomendaciones de la Confederación Nacional de Autoescuelas se encuentran la consulta de las condiciones climatológicas y cerciorarse de que las condiciones del vehículo son óptimas para proceder a la conducción. Si el vehículo dispone de luz antiniebla delantera será aconsejable encenderla también. En estas circunstancias, está prohibido utilizar la luz antiniebla trasera. Otras recomendaciones incluyen la de circular siempre a una velocidad que permita detenerse dentro de una zona iluminada por las luces del vehículo; disminuir la velocidad y aumentar la separación con el vehículo que circula delante, ya que el pavimento está mojado, aun cuando no haya charcos, el pavimento está más deslizante que si los hubiera, debido a que aumenta la distancia de frenado; así como mantener, al menos, tres segundos de separación con el vehículo precedente.
