El paro afectó a casi 300.000 usuarios diarios de Tussam. Los servicios mínimos de esta primera jornada de huelga quedaron establecidos en un autobús por cada línea, lo que supuso un tiempo de espera aproximado de una hora, que es el tiempo que tarda un vehículo en dar la vuelta entera a su recorrido, y la reducción a 38 de los vehículos en circulación, frente a los 300 que funcionan habitualmente cada día.
Entre otras reivindicaciones laborales, los sindicatos centran sus demandas en reclamar el archivo de los expedientes abiertos a ocho conductores de Tussam a los que se les imputan daños en vehículos en la huelga del año pasado, pese a que judicialmente el caso se ha archivado por falta de pruebas.
Falta de respeto al usuario
El portavoz del gobierno municipal de Sevilla, Emilio Carrillo, aseguraba a la prensa local que "no s epuede admitir que los ciudadanos sean utilizados a modo de chantaje" ante unas reivindicaciones de este colectivo que "no son justas". También advertía de que al Gobierno le corresponde "velar por el interés general" y que, precisamente por ello, muchos sevillanos se han visto afectados en su vida cotidiana, por lo cual les pidió disculpas, subrayando a su vez que "estos paros se repiten periódicamente con ocasión de las fiestas mayores en la ciudad". En esta misma línea se manifestaba Guillermo Gutiérrez, vicepresidente de Tussam, en un encuentro digital con los usuarios a través del Diario de Sevilla. "Creo que hay algunos sindicatos en Tussam, no todos, que anteponen sus propios intereses a los intereses de los sevillanos. Por eso siempre utilizan Semana Santa o Feria para sus huelgas", apuntaba.
Del lado contrario, representantes del comité de huelga defendieron a lo largo de la pasada semana que no pueden consentir que "se les falte al respeto", aludiendo a que "se está jugando con la presunción de inocencia de los trabajadores acusados".
