Los primeros paros se registraron el pasado lunes y no serán los últimos. Durante mañana, los paros se prolongarán durante toda la mañana y el próximo 5 de Octubre se prevén paros para el último tercio del servicio.
La historia viene de largo. Según cuenta CCOO, el Ayuntamiento de Zaragoza realizó una concesión del servicio que se llevó la compañía Autobuses Urbanos de Zaragoza (Auzsa, perteneciente al grupo Avanza). La concesión tenía como condición fundamental la subrogación del personal de la anterior concesionaria, con lo que se buscaba mantener los puestos de trabajo en toda la plantilla de la compañía.
Sin embargo, según la versión de CCOO, Auzsa se desvinculó del acuerdo en Julio, cuando, una vez obtenido el servicio de transporte, la representación legal de los trabajadores recibió una comunicación por parte de la empresa en la que detallaban la puesta en marcha de un ERE de extinción para 212 empleados, así como la inaplicación de las cláusulas salariales de su convenio.
Ante este hecho, el Ayuntamiento inició una negociación con la representación de los sindicatos y ambas partes alcanzaron un acuerdo satisfactorio, que preveía amplar el servicio prestado y el volumen del concurso de la concesión de transporte urbano en 500.000 kilómetros para así recolocar a los trabajadores despedidos. A cambio se preveía una congelación salarial para los años 2014 y 2015.
Negativa por parte de Auzsa
Pero cuando las aguas parecían volver a su cauce sindicato y Ayuntamiento se encontraron con la rotunda oposición de la empresa concesionaria, que, según CCOO, "rechazó aplicar la solución negociada a la espera de obtener un laudo favorable a sus pretensiones". En esta negativa, según los sindicatos, estaría la razón de la huelga convocada durante esta semana.
Los representantes sindicales recuerdan que el acuerdo alcanzado con el Ayuntamiento es parte integral para concebir la continuidad de la plantilla. Además señalan que el conflicto alcanzado con la empresa para asignar nuevos servicios, rutas, frecuencias y coste para la concesión está originado en la pretensión por parte de la empresa de alcanzar un arbitraje favorable en el seno de la Comisión Consultiva Nacional de Convenios, que, para los sindicatos, "desde la reforma laboral se ha transformado en una instancia deseada por las distintas patronales".
