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El Parlamento Europeo da la aprobación definitiva a la directiva sobre delitos contra el medio ambiente

Su principal objetivo es garantizar la existencia en la UE de una base común de delitos ambientales castigados penalmente

lunes 26 de mayo de 2008, 01:00h

El grupo energético Total fue multado severamente en enero por el daño ecológico causado por el hundimiento del petrolero Erika frente a las costas francesas en diciembre de 1999. La UE quiere endurecer las medidas ante este tipo de catástrofes y establecer sanciones de tipo criminal para los delitos medioambientales.

La norma recientemente aprobada, que debe estar en vigor en un plazo de dos años, contempla un listado de violaciones a leyes ambientales que deberán considerarse ‘delitos criminales’. Esto podría suponer penas de cárcel para quienes dañaran el aire el aire, la tierra, el agua, las plantas y los animales, ya fuera de forma intencionada o por negligencia grave.

El principal objetivo de la directiva que debatió el Parlamento Europeo en Pleno el lunes 19 de mayo en Estrasburgo es garantizar  la existencia en toda la UE de una base común de delitos ambientales castigados penalmente, para prevenir mediante esta armonización que los ‘delincuentes ambientales’ aprovechen la disparidad existente entre los Estados miembros para escapar de la justicia. Para ello llama a los Estados miembros de la Unión Europea a considerar la posibilidad de aplicar sanciones criminales ante conductas ilegales que atenten gravemente contra el medio ambiente, así como asegurar la correcta aplicación de las leyes comunitarias sobre la materia.

Medidas disuasorias
 
Así, en el caso de que un Estado sólo contemple sanciones administrativas para alguno de los delitos enumerados en la directiva comunitaria, ésta obligaría a la aplicación de penas criminales "eficaces, proporcionadas y disuasorias".
 
Entre estos delitos se encontrarían, entre otros, la emisión de radiaciones a la tierra, el aire o el agua, la producción y almacenamiento de materiales nucleares en el caso de que se pusiera en peligro la vida de personas o animales.

La directiva no impide que los países que, como España, ya tipifican en sus códigos penales la figura del delito ambiental, mantengan en sus ordenamientos un listado de prácticas punibles más amplio que el referido en su texto.

Los eurodiputados apuestan asimismo por incluir otros, como poseer o causar la muerte a especies protegidas de flora o fauna o el deterioro de un hábitat determinado, que también serían considerados delitos criminales, así como la fabricación y distribución de sustancias no respetuosas con la capa de ozono.