‘Hacia una nueva cultura de movilidad urbana’. Bajo este paraguas celebró Ascabús, el pasado día 20 de enero en Madrid, una jornada técnica que reunió a representantes de los principales fabricantes de chasis en nuestro país y a los carroceros nacionales integrados en la asociación, además de a personalidades, clientes y operadores. Los fabricantes quieren seguir trabajando con los carroceros, pero siempre que se impliquen un poco más.
Comenzando en orden inverso al cronológico, la segunda parte de la jornada reunió a los máximos responsables de Scania, MAN, Iveco Bus y Mercedes-Benz (Jaime Verdú, de Volvo, no pudo asistir por tener que atender un viaje al extranjero de última hora). Agustín Gómez, el secretario general de Ascabús, puso sobre la mesa distintos asuntos de actualidad.
"A nivel nacional, el cliente es muy específico y se requiere un alto grado de personalización" Pardo, Iveco Bus.
En primer lugar, preguntó a los fabricantes si consideran la relación con los carroceros una oportunidad de negocio. Como era de suponer, la respuesta unánime fue afirmativa, aunque los en los matices se generó el debate. Ignacio Cortezón, director comercial de Scania, reconoció que "os necesitamos", pero fue quien mencionó que "en un mercado cada día más exigente en sus modelos de compra, también necesitamos que las garantías y los riesgos sean compartidos". Manuel Fraile, su ‘colega’ en MAN Truck & Bus Iberia, también reconoció el "apoyo decidido a la colaboración. Sois una oportunidad de negocio clara, tanto a nivel nacional como internacional, pues juntos tenemos la oportunidad de ser más flexibles y satisfacer cualquier necesidad del cliente".
Africa Pardo, directora comercial de Iveco Bus, abundó en que "a nivel nacional, el cliente es muy específico y se requiere un alto grado de personalización. La flexibilidad que aporta el carrocero local es esencial, por lo que siempre queremos ir de la mano". Por último, Juan Antonio Maldonado, consejero delegado de Evobús Ibérica, reconoció también que la relación es "una gran oportunidad", máxime para una marca que dispone de una fábrica de chasis en suelo nacional (Sámano), aunque se dedique sobre todo a la exportación. "Tenemos mucha demanda específica y es el cliente el que toma las decisiones, dado que, en ocasiones, también somos competidores".
¿Alianzas?
La segunda cuestión abordada por los fabricantes fue la posibilidad de establecer alianzas estratégicas con los carroceros, ante lo que se mostraron también bastante de acuerdo: mejor pactos puntuales. Cortezón justificó su postura indicando que "tuvimos y tenemos acuerdos a nivel global con algunos carroceros, que han permitido a ambas partes crecer en otros mercados, pero siempre estamos dispuestos a establecer colaboraciones". Fraile prefiere el término "protecto estratégico" a alianza, que "permitan una extrapolación a otros mercados y acceder a determinados nichos". Pardo fue más clara, apuntando "matices, pues una alianza puede llegar a encasillarnos. Es mejor alcanzar acuerdos puntuales que alianzas, encontrando una convergencia interesante en cada caso", exposición reforzada por Maldonado, quien considera que "las alianzas pueden limitar el campo de acción", y reconociendo que "pueden alcanzarse en mercados con determinadas características".
