La planta paralizó su actividad en septiembre de 2007, ya que hasta ese momento la producción de biocombustible no era viable, por lo que era "menos gravoso mantener la fábrica sin actividad, sin alterar los compromisos con sus trabajadores", según informan desde Biocarburantes. El actual incremento de la demanda de bioetanol en Europa, fruto de la fijación de obligaciones legales de uso de biocarburantes en un número creciente de países, permite reanudar de nuevo las operaciones "a la espera de confirmar la entrada en vigor de la ley española sobre esta materia". La planta salmantina, que inició su actividad en abril de 2006, fue diseñada para producir bioetanol destinado a su mezcla directa con gasolina en el mercado español, con el objeto de cumplir con los objetivos de la Directiva Europea de 2003 sobre fomento del uso de los biocarburantes y el Plan de Energías Renovables aprobado por el Consejo de Ministros en julio de 2005.