Comisión de investigación
"Aprendimos las lecciones del pasado y ahora vamos a hacer nuestra tarea (...), por lo que este escándalo nunca ocurrirá una segunda vez", asegura el popular alemán Jens Gieseke, uno de los autores del texto.
La comisión parlamentaria de investigación sobre la medición de emisiones se estableció en diciembre de 2015 para un periodo de doce meses, tras el descubrimiento de las diferencias entre las mediciones de emisiones en Estados Unidos y la UE y las discrepancias entre las emisiones contaminantes de los coches en las pruebas de laboratorio y en condiciones reales de conducción.
El objetivo era investigar en profundidad el papel y la responsabilidad de la Comisión y los países de la UE, y aclarar hasta qué punto estaban al tanto de estas infracciones y qué medidas habían tomado.
Principales recomendaciones y conclusiones
Los eurodiputados recomiendan realizar pruebas de laboratorio y pruebas en condiciones reales de conducción. Piden la rápida adopción de un nuevo procedimiento de homologación y de comprobación de las emisiones en tiempo real que permita garantizar la reducción de las discrepancias entre las emisiones de NOx medidas en laboratorio y en carretera.
"La antigua prueba se realizaba en un laboratorio, durante 20 minutos, bajo circunstancias muy artificiales”, afirma el demócrata liberal holandés Gerben-Jan Gerbrandy. Según el eurodiputado, la industria del automóvil sabía lo que el coche debía hacer y por eso desarrollaron dispositivos para manipular los resultados.
"Si contamos con una ley precisa, tenemos que garantizar que se aplique en los Estados miembro con igual rigor y uniformemente, esto es muy importante para que no tengamos 28 interpretaciones"Gieseke
Los eurodiputados reclaman asimismo la aplicación de sanciones y mayor supervisión a escala de la UE. También piden una aplicación más estricta y más eficaz de las normas de medición de emisiones de vehículos en la UE.
“Ni los Estados miembro ni Europa cumplieron con sus obligaciones legales. No es que no lo supiéramos, es que no actuamos conforme a lo que sabíamos por varios estados miembro, la razón principal fue el interés económico, millones de empleados en el sector del automóvil, etc”, declaraba Gerben-Jan Gerbrandy.
Por otro lado otro responsable Jens Gieseke comenta, “El sistema era ineficiente, mucha gente conocía las discrepancias entre los valores del laboratorio y las pruebas en carretera, pero nadie tuvo la curiosidad de averiguar lo que estaba pasando, sin duda fue una pena, porque podríamos haber mejorado el sistema mucha antes. Necesitamos un sistema europeo más eficaz en el control”. “Si contamos con una ley precisa, tenemos que garantizar que se aplique en los Estados miembro con igual rigor y uniformemente. Esto es muy importante para que no tengamos 28 interpretaciones de la ley. Si los Estados no aceptan esto nunca tendremos un sistema que funcione eficientemente” continuaba apuntando.
“Lo que importa es que hacemos una supervisión Europea más sólida”, terminaba concluyendo Gerben-Jan Gerbrandy, “Yo confío en la Comisión Europea como guardián del Tratado siempre que esté convencida de seguir el camino correcto, el principal objetivo es la calidad del aire y no defender al sector del automóvil”.
Una vez que la comisión parlamentaria de investigación de su aprobación, los dos textos serán debatidos en el pleno, que luego votará las recomendaciones en el pleno de abril.