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Pere Navarro, director de la DGT.
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Pere Navarro, director de la DGT.

España necesita nueva Ley de Movilidad Segura, que defina el marco futuro

jueves 18 de octubre de 2018, 07:00h
La movilidad urbana tiene una incidencia sustancial en las emisiones de gases de efecto invernadero y en la contaminación atmosférica y acústica que tanto afecta a la salud humana. Según datos de la Asamblea de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente, al menos 15.000 muertes al año en España son directamente atribuibles a la contaminación atmosférica.

''Hay que implantar cultura de seguridad vial en la empresa. Y si se quiere reducir los fallecidos por accidentes de tráfico, deberemos acercarnos a las empresas para impulsar planes de movilidad sostenible y segura'', Pere Navarro

Con estos datos, Fundación Conama y Fundación Pons, con la colaboración de DGT, EMT Madrid y la consultora Buchanan, reunieron a expertos de movilidad tanto del ámbito público como privado para debatir en torno al papel clave de las empresas en la reconfiguración de la “nueva movilidad” y la necesidad de impulsar políticas y medidas que mejoren la planificación urbanística y del transporte permitiendo a las empresas promover nuevas formas de desplazamiento de los trabajadores favoreciendo el uso de modos de transporte alternativos al vehículo privado. La jornada contó con la presencia de compañías como Zity, BlaBlaCar, Calidad Pascual y EMT de Madrid, que expusieron su experiencia y soluciones en la promoción de nuevas formas de movilidad entre trabajadores.

Pere Navarro, director de la DGT, abrió la jornada señalando que, tras el “gran salto adelante” de la aprobación de la Ley de Prevención de Accidentes de Trabajo de 1995, si queremos seguir avanzando en la reducción de víctimas de tráfico, “hay que implantar cultura de seguridad vial en la empresa. Y si queremos reducir los fallecidos de tráfico, deberemos acercarnos a las empresas para impulsar planes de movilidad sostenible y segura. La batalla de la competitividad en las ciudades y de las empresas tendrá mucho que ver con cómo serán capaces de resolver los retos actuales de movilidad”, señaló Navarro.

El director de la DGT destacó que de los 600.000 accidentes laborales en 2017 en España, 70.000 eran accidentes de tráfico y el 32,1% de los fallecidos por accidente de trabajo tuvo como origen el accidente de tráfico. “Necesitamos profesionales formados y formación reglada en esta materia, porque las ciudades van a necesitar expertos de movilidad que ayuden a implantar la cultura de seguridad vial en todos los ámbitos de la sociedad”, concluyó.

Por último, Pere Navarro declaró que “en España tenemos un problema de organización institucional en el tema de la movilidad, porque no tenemos hoy una representación institucional que lidere este cambio de modelo. En España somos muy buenos en Seguridad Vial, pero falta liderazgo en el ámbito de movilidad. Necesitamos una nueva Ley de Movilidad, así que invito a Conama y Fundación a Pons a recuperar el espíritu del anteproyecto de 2010 de Ley de Movilidad Segura, Conectada y Limpia que defina el marco de la movilidad del futuro en nuestro país”.

En relación a los ayuntamientos, Pere Navarro destacó el papel que están jugando en la definición de las políticas de movilidad. “Barcelona ha hecho una ordenanza de movilidad espléndida, junto a las de Bilbao y Madrid. Las empresas no pueden quedarse al margen de este liderazgo, de esta revolución silenciosa que es la movilidad”, destacó el director de la DGT. En ese sentido, Ramón Ledesma, asesor de Pon Sseguridad Vial, reclamó la implantación de una Secretaría de Estado de Movilidad y una estrategia de país “para definir las grandes líneas de trabajo de la nueva movilidad para España”.

En la actualidad y de acuerdo a los datos presentados, los desplazamientos al trabajo son la primera causa de generación de desplazamientos en ciudad y, de media, un 35% de la movilidad diaria se produce en jornada laborable. De estos desplazamientos, aproximadamente el 61% se realiza en vehículo privado, ya fuera coche o moto, el 18% en transporte público, el 17% a pie, el 2% en bicicleta y el 2% en otros modos.

Tras el director de la DGT, la jornada contó con las intervenciones de Manel Ferri, Técnico de Movilidad de la Diputación de Barcelona, Carlos Cristóbal Pinto, de la Asociación Profesional de Técnicos en Movilidad Urbana Sostenible y Ángel Cediel, Responsable de Proyectos del Departamento de Transporte del IDAE, que expusieron tanto los principios básicos de los planes de movilidad sostenible en las empresas así como claves en la elaboración de los Planes de Movilidad Empresariales. Todos coincidieron en señalar que cualquier empresa, sea cual sea su tamaño, puede desarrollar un plan de transporte al trabajo. “En ocasiones, hasta varias pequeñas empresas pueden coordinarse para elaborar un “plan de área” en el que las sinergias resultantes de su esfuerzo conjunto pueden obtener mejoras en la red de transporte público”, señalaron los ponentes.

Para Marta Seoane, responsable del área técnica de Fundación Conama, para poner en marcha un plan de estas características es “esencial” la participación de todos los estamentos de la empresa”. La dirección del centro es quien lo aprueba e implementa, pero según recordó la responsable de Conama, “los sindicatos y/o el comité de empresa deben seguirlo paso a paso y llegar a acuerdos con la dirección. En opinión de Seoane, los trabajadores tienen que participar en todo el proceso y “sentirlo no como una imposición, sino como un desafío conjunto”. “Al fin y al cabo, son sus hábitos de desplazamiento cotidiano los que deben cambiar al aplicarse un plan de movilidad”, concluyó.

Uso más racional del coche

María Jesús Magro, directora de la Fundación Pons, concluyó la jornada reclamando un uso “más racional” del coche en el ámbito laboral y un impulso decidido de Administraciones y empresas a la puesta en marcha de planes de movilidad así como la puesta en valor de la figura del coordinador de movilidad. “Los planes de movilidad no son todavía en España una obligación legal, así que se hace imprescindible que el compromiso con la sostenibilidad cale en la cultura de la empresa, en su política de prevención de riesgos laborales y en el área de responsabilidad social sin que invertir en sostenibilidad es invertir en rentabilidad para la propia empresa”, concluyó la directora de Fundación Pons.