Estos sistemas, sin ayuda de intervención humana, tratan de frenar los contagios y propagación por coronavirus entre las personas usuarias del transporte público mediante controles exhaustivos de temperatura y la desinfección automática de los habitáculos de los autobuses
Se inició el desarrollo de sistemas antipandemia, con la finalidad de contener y frenar los posibles contagios por coronavirus entre la población, sobre todo en el ámbito del transporte público al considerarse éste una fuente importante de propagación del virus. A medida que el coronavirus se extendía por China y saltaba fronteras hacia otros países tomando forma de pandemia mundial, los trabajos de investigación para contrarrestar las consecuencias del Covid-19 se intensificaron en el instituto gubernamental de investigación tecnológica e ingeniería que posee el propio fabricante, consiguiendo durante el pasado mes de febrero testar con éxito varios sistemas de defensa civil contra el coronavirus, aptos para estaciones de autobuses y grandes empresas de transporte así como con la fabricación de kits de control antipandemia estandarizados para cualquier marca de autobús de transporte municipal que ya esté en circulación.
Estos sistemas, sin ayuda de intervención humana, tratan de frenar los contagios y propagación por coronavirus entre las personas usuarias del transporte público mediante controles exhaustivos de temperatura y la desinfección automática de los habitáculos de los autobuses. Dichas desinfecciones se realizarán periódicamente a lo largo del día durante cinco minutos cada vez que el conductor estacione el autobús en la cabecera de línea y siempre sin la ocupación de pasajeros en su interior. Esta intensificación en la limpieza diaria del habitáculo permite reducir considerablemente las probabilidades de transmisión del virus fuera del transporte público a diferencia de la única limpieza manual diaria con ozono que diferentes empresas de transporte municipales están llevando a cabo para luchar también contra el virus.
Por otro lado, los controles de temperatura realizados al pasaje antes de ocupar su asiento tienen carácter obligatorio y determinan en menos de cinco segundos si la persona tiene síntomas de fiebre o no, advirtiéndole en el peor de los casos la prohibición del acceso al medio de transporte a través de una señal acústica-luminosa; de esta manera, la protección entre los viajeros se refuerza frente a posibles contagios innecesarios por coronavirus consiguiendo además frenar la transmisión de la pandemia en los libres movimientos que realizarían tanto las personas infectadas como los nuevos contagios hacia sus centros de trabajo, colegios, supermercados, etc… evitando así nuevas consecuencias sociales y económicas nefastas para el conjunto de la población.
En el supuesto caso que el viajero no presente síntomas de fiebre, el acceso al autobús estaría totalmente permitido, creando un ambiente seguro libre de coronavirus en adición a la intensificación de la limpieza de los habitáculos acordes a los requerimientos del Ministerio de Sanidad. Asimismo, en caso que se requiera el uso obligatorio de mascarilla, dicho sistema podrá programarse mediante reconocimiento facial de la misma.
En la actualidad y tras el éxito inicial al recibir los primeros 3.000 pedidos de sistemas antiCovid-19 King Long con tecnología Anmo, en la fábrica de King Long se trabaja a pleno rendimiento para satisfacer la alta demanda interna de este tipo de sistemas anticoronavirus, que reclama el transporte de las grandes ciudades chinas de Xian, Hefei, Pekín, Xiamen, Shanghái, Quanzhou, Fuzhou y Wuhan y se espera que en las próximas semanas empiecen los suministros hacia otras ciudades. De igual manera, empresas de transporte de países como: Rusia, Taiwán, Tailandia, Filipinas y Túnez han mostrado también su interés manifestando sus primeras compras con la finalidad de proteger su economía local y su salud pública.
La repercusión de este sistema antipandemia ha llegado incluso a hacerse eco del mismo la propia televisión pública china afirmando que los sistemas de prevención y contención antiCovid-19 desarrollados por King Long serán necesarios para recuperar la normalidad invitando al ciudadano desde ya a acostumbrarse y respetar su operativa en su día a día. La pandemia del coronavirus está dejando en la mayoría de países en los que se ha propagado el virus varias crisis; por un lado, la crisis sanitaria con elevadas muertes entre la población y el colapsos de muchos sistemas sanitarios, la crisis social donde cualquier persona se ha convertido en sospechosa de portar el virus y aislado socialmente y, por último, la temida crisis económica que nos dejará esta pandemia con probables idas y venidas de confinamiento entre la población ante nuevos brotes del virus y sin una vacuna eficaz a la vista.
Frenar la propagación del virus
Según la mayoría de gobiernos occidentales, incluido el español, destacan que a partir de ahora será necesario el uso de la tecnología entre la población para frenar la propagación del virus en cada país. Asimismo,
la desventaja que presenta Occidente frente a Oriente en esta temida pandemia, es que en muchos países como España su población no está preparada para cambiar radicalmente ciertos hábitos, a los que ya está acostumbrado el pueblo oriental en este tipo de situaciones, por lo que, con toda probabilidad, el uso de la tecnología Anmo tomará mucha fuerza para recuperar nuestra normalidad.