Su actividad se ha recuperado de forma notable, aunque la actual pandemia supondrá un nuevo traspiés en su evolución. Agustín Gómez, secretario general de Ascabús, recuerda que “estamos en una situación en la que todo se produce en cadena. El turismo en España está en dificultades, con la campaña de verano casi dada por perdida, salvo milagro, y eso afecta al transporte, que está íntimamente relacionado. Acabamos de conocer, por el BOE, que el transporte interurbano puede circular al 50% de su capacidad, y que el urbano admite dos personas de pie por metro cuadrado, por lo que la capacidad de generar ingresos de empresas y operadores será, como mucho, la mitad de lo habitual. Y el escolar no solo está parado por completo, sino que puede que en septiembre solo pueda trabajar a la mitad de su capacidad, a lo que se suma que aún no sabe si cobrará los meses firmados, pero en los que no se está prestando el servicio”.
'A tener capacidad de reinventarnos y adaptarnos, no nos gana nadie'
En dicho escenario, “si no se articulan ayudas la cuenta de resultados no se sostendrá, porque hay que seguir haciendo frente a los costes fijos”.
Gómez tampoco está demasiado conforme con el “grave error” que, a su juicio, supone el transmitir que “el transporte público no es seguro. La verdad es que, con las medidas sanitarias que se han previsto, es perfectamente seguro. Todo esto solo genera preocupación e incertidumbre, y nos deja a expensas de que la Administración de un paso al frente y decida prestarnos el apoyo que merecemos, teniendo en cuenta la excelente labor que el transporte ha realizado durante el estado de alarma. Si no llegan ayudas en un mes, la situación será crítica”.
Para el dirigente de Ascabus, los carroceros se enfrentan a una difícil situación. “Las fábricas han estado paradas, y ahora poco a poco comienzan a funcionar de nuevo. Veremos a qué ritmo y si todos los pedidos que estaban cerrados se respetan, porque habrá operadores que ya no necesiten los coches que tenían en producción. Se puede fabricar, pero sin conocer lo que se va a vender. Tampoco la exportación va a venir en nuestra ayuda, como en 2008, porque los mercados a los que enviamos vehículos están en la misma situación incierta”.
Mesa Sectorial
En cualquier caso, la industria “tiene claro que nuestra labor, como ha sido siempre, es la de apoyar al Sector en lo que podamos. Tenemos que salir adelante, pero todos, por lo que la colaboración y solidaridad son esenciales. Y en eso estamos. A mi entender, una posible solución sería la constitución de una Mesa Sectorial, en la que tuvieran presencia tanto el Gobierno y las Administraciones, como los fabricantes y los operadores. Es difícil encontrar soluciones que permitan la subsistencia de las empresas, pero éste sería un buen marco de diálogo para dar con ellas, sin mirar al corto plazo, sino con cierta perspectiva, que nos permita recuperar esa línea ascendente que había conseguido en los últimos años”.
Gómez también hace hincapié en la “demostrada capacidad que tienen los carroceros nacionales para adaptarse a circunstancias muy adversas. Lo hemos visto ya otras veces, incluso en esta ocasión, con muchas fábricas reinventándose para fabricar mamparas y otros elementos. A eso, a encontrar alternativas de negocio, no nos gana nadie, y es nuestro principal activo para afrontar la salida de esta crisis”.
Finalmente, desde Ascabús se espera que, “a pesar de las dudas que podamos tener hoy, la FIAA se celebre en las mejores condiciones posibles, porque es una feria muy importante para los carroceros, la feria del Sector, y todos queremos que sea un punto de encuentro y de inflexión”.
