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CARTA ABIERTA DE TRANSPORTAVE

Los portavehículos denuncian su ‘penosa situación’
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Los portavehículos denuncian su ‘penosa situación’

martes 30 de junio de 2020, 07:00h

Las condiciones en que están desarrollando en la actualidad su actividad los transportistas del sector de portavehículos, que “ya venía deteriorándose de forma alarmante en los últimos años por la actuación abusiva de los pocos operadores logísticos y grandes flotistas que controlan dicho mercado subcontratando con miles de autónomos y microempresas".

A juicio de Transportave, que forma parte de Fenadismer, esta situación ha derivado en que “el Transporte por carretera está en una situación muy delicada, siendo el gran olvidado y, como siempre, uno de los sectores más perjudicados y desprotegidos, a pesar de ser uno de los más necesario”. Dentro de este Sector, el del portavehículos sufre, todavía más si cabe, la “situación de abandono y de frustración, en un momento de grave situación económica, que ya viene de lejos y que Transportave ha denunciado de forma reiterada. Ahora, por si faltaba algo, el Covid-19 es la excusa perfecta para darle la puntilla y dejar a numerosas familias en la más absoluta miseria”.

'Los operadores están avocando al precipicio a sus colaboradores de forma vil y despreciable'

La asociación, tras estas duras palabras, afirma que “cuesta trabajo describir esta situación de absoluta falta de valores por parte de aquellos operadores que, sin más escrúpulos que sus propias cuentas de resultados, están avocando a sus colaboradores, que no son otros que autónomos y pymes, al precipicio de forma vil y despreciable, sin consideración alguna hacia quienes les han hecho triunfar y que hoy sean grandes empresas, que se pavonean en grandes congresos de empresarios dando lecciones de cómo espoliar a sus colaboradores, sin darles siquiera derecho de réplica. No necesitan más que una pequeña excusa para patear de forma abusiva a sus subcontratados, que además trabajan en exclusiva para ellos, llevando sus colores por bandera, haciendo un trabajo impecable, profesionales como la copa de un pino, que lo arriesgan todo para un operador mal llamado transportista, porque la mayoría de los camiones son de autónomos y pymes a su servicio y que, cuando viene la tormenta, se deshacen de estos como quien se desprende de un pañuelo”.

La mayoría de estos subcontratados, por no tener, no tienen ni contrato, y quien lo tiene, el contrato es absolutamente leonino, dando igual que sea un autónomo o microempresa”, denuncian desde Transportave.

Entre las cuestiones que más demandan, se mencionan las tarifas, pues “las marcan a su antojo los operadores, cambiando las reglas de juego, cuando quieren y sin derecho a réplica”. A esto se añade, siempre según la Organización, que “les hacen firmar anexos lesivos, bajo amenazas de no darles más trabajo”, y que “no les reconocen ningún derecho de paralización cuando los transportistas están, en ocasiones, más de un día parados para descargar e incluso cargar”.

En esa misma línea, Transportave apunta que “les cobran abusivos seguros de mercancías, incluso el IVA de los mismos, sin que ni siquiera tengan una copia de la póliza, les cobran daños que no producen ellos y sin explicación alguna, y les quitan kilómetros recorridos en las rutas sin más explicación. Trazan las rutas, en ocasiones, por lugares intransitables para este tipo de vehículos, pero que en el mapa resultan recorridos más cortos que por donde en realidad tiene que pasar”.

‘Parece que no les importan ni las personas ni la seguridad. Solo sus cuentas de resultados’

Otras situaciones condenadas por los portavehículos es que se “venden las cargas a otros operadores, teniendo a sus subcontratados parados, simplemente por rentabilidad para ellos; los chantajean con los viajes vacíos a mitad de precio para aprovecharse de la situación y sacar cargas de donde más le interesa al operador; y les retienen parte de la facturación, en vacaciones o en momentos que el subcontratado está en el taller, incluso cuando cambia de operador, en estos casos si cabe es todavía más abusivo, reteniendo parte de la facturación hasta un año o más, sabedores de que la reclamación en muchos de los casos no se va a producir y en otros tardará más del tiempo del que ellos retienen esa facturación”.

Por su todo esto no fuera suficiente, Transportave no quiere olvidar “la situación que tienen que vivir en campas y fábricas, donde en la mayoría de ellas no hay ni siquiera unos aseos en condiciones, ni sala de conductores, ni sitio de aparcamiento para la espera, la cual hay que hacer en el camión, da igual si están a 30 grados o a -8”.

La carta abierta no termina aquí: “En la descarga, más de lo mismo. En muchas ocasiones a pie de carretera, jugándose la vida sin las más mínimas medidas de seguridad, sin ningún protocolo por parte del operador, que parece que no vaya con él, y cuando el conductor se niega a realizar estas operaciones, se les contesta que eso es lo que hay y que todo el mundo lo hace y nadie se ha quejado”, por lo que “hay dos opciones, lo hacen o pueden estar todo el día a la espera de una solución, además de que te cataloguen como conflictivo, y todos sabemos cómo es esto”.

“Parece que el cliente siempre tiene la razón, la seguridad pasa a un segundo plano. Eso sí, luego les hacen cursos de calidad, normas ISO, protocolos de documentación, sistemas de flotas GPS… Pero las personas no importan, y ojo con levantar la voz”.

Preguntas sin respuesta

Desde la entidad se considera que “no hay derecho que se consientan estas prácticas de forma sistemática, cuando en realidad, la coherencia nos dice que hay que dialogar, establecer normas claras y seguras, llegar a acuerdos razonables donde las reglas del juego sean para todos, donde el poderoso no aniquile al débil por el mero hecho de ser el débil”, pidiendo que “¡Reflexionen ustedes! y, por un momento, pónganse en la piel de aquel al que ustedes asfixian, y piensen si no sería mejor ir de la mano, o ¿qué harán ustedes cuando no cuente con nosotros? ¿Bajarán al barro? ¿Contratarán conductores? ¿Comprarán camiones? ¿Pagarán vacaciones? ¿Paralizarán sus flotas? ¿Bajarán sus tarifas? ¿Se harán trampa en sus kilometrajes y rutas? ¿Se harán trampas al solitario? ¿Cómo lo harán? Porque con los números que hay, no hace falta ser economista para saber que las cuentas no cuadran. Esto es lo que esperamos que nos digan alto y claro. En estas condiciones que están los autónomos, pymes y conductores, ¿ustedes podrían sobrevivir? Ahí lo dejamos”.

Para finalizar, el escrito se pregunta “¿por qué no hay jóvenes que quieran esta profesión? ¿Por qué hay falta de conductores? Bastaría con ir a un Área de Servicio y pasar un rato con estos profesionales para obtener una respuesta. Todo ello bajo la premisa y la excusa de ser competitivos. ¿Hay que tener esclavos amordazados para ser competitivos? El día que los autónomos, pymes y conductores del Sector digan ‘basta’ está muy cerca. Entonces veremos qué es de un país sin esos profesionales que lo mantienen en continuo movimiento”.